Por: Circe López Riofrio
El significado de acompañar es el de ir con una persona o varias personas, es estar con esa persona o esas personas, tal vez otras acciones se complementen como escuchar, contener, guiar, comprender o simplemente ir juntas, así de simple y así de complejo. Una acción que es casi un acto reflejo cuando se acompaña es tratar de incidir en las decisiones de las personas y eso justamente no es acompañamiento.
El acompañamiento es poner a las personas en el centro, respetar sus decisiones, escuchar atentas cada una de sus palabras y por así decirlo hacer una especie de eco y caja de resonancia para que pueda rebotar a través de reflexiones acerca de las decisiones y cuestionamientos al respecto.
Ahora bien, el acompañamiento en los casos de feminicidios, implica todo lo anterior y mucho más, es un trabajo serio y profesional, es un trabajo objetivo, directo y honesto, ya que está centrado en la no representación jurídica de las víctimas sino colocarlas en el centro de sus derechos, es apoyarles a comprender que tienen derechos y que estos sirven para ejercerlos y demandar justicia.
Estos últimos dos años, nos hemos dedicado a realizar esta increíble tarea, en cinco de los procesos en donde nos han permitido acompañar, porque así nos lo han pedido las familias de las víctimas, ha sido de mucho aprendizaje y comprensión de cada uno de los aspectos que se conjugan para lograr acceder a la justicia, claro está que esto no lo hacemos solas, hacemos equipo con las áreas de la Fiscalía de Justicia del estado asignadas para ello, y que son un logro de la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género, su creación permite dar una atención específica a los homicidios dolosos contra las mujeres con la finalidad de que se consoliden en feminicidio, aunque para ello la tarea es compleja y ardua.
Hoy hace tres años, a petición nuestra como Humanas sin Violencia, Asociación Civil, fue declarado el mecanismo de Alerta de Violencia de Género en la entidad y en particular en 14 municipios, que conforme al artículo 22, de la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, la alerta de violencia de género, consiste en el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad.
Si bien, la declaratoria de la misma no ha implicado necesariamente que los homicidios contra las mujeres sean contenidos e incluso disminuidos, es importante señalar que hemos hecho un enorme esfuerzo para que funcione, porque creemos en los mecanismos que se han creado y que son ley, pese a las diversas posiciones al respecto principalmente aquellas que señalan que no sirve para nada.
Uno de los puntos que señala la declaratoria de la alerta de violencia de género es sobre las medidas de justicia y reparación del daño, y es ahí donde hemos podido contribuir, los cinco acompañamientos que hemos realizado, han consolidado en sentencias condenatorias y con penalidades de más de 20 años, en donde el trabajo en equipo de las áreas de investigación y litigación son fundamentales para poder alcanzar justicia y que no haya impunidad.
También hemos colaborado en un diagnóstico amplio, especifico y profundo sobre la particularidad de la violencia feminicida, alta criminalidad y feminicidios en el estado de Michoacán, de ahí se fundamentan y derivan acciones más precisas y articuladas que esperamos se puedan consolidar y para ello tendrán que ser jurídica y políticamente.
Transformar un sistema de justicia que se ha caracterizado por ser injusto, indolente y violento no sólo con las mujeres sino con toda la población, es una tarea titánica en la que hemos decidido dar la batalla, porque creemos que debemos construir mecanismos ciudadanos en los que las experiencias pedagógicas, dialógicas y dialécticas, basadas en los conocimientos en materia de derechos humanos de las mujeres y el análisis de género, deben convertirse en las herramientas primordiales que deben ser institucionalizadas para instrumentar procesos articulados para prevenir, atender y erradicar la violencia contra las mujeres en diferentes niveles fundamentalmente en los municipios en donde aún parece que siguen sin comprender de que se trata todo esto de la alerta.
Hemos creado un ranking de delitos relacionados con la violencia hacia las mujeres que se comenten previamente a un homicidio en cada uno de los municipios que tienen alerta de violencia de género, y que siguen negando que deben atender esa problemática, llamándonos exageradas o bien amenazándonos que debemos retractarnos, porque ellos tienen otros datos. Cabe destacar que solo el municipio de La Piedad, a través de sus autoridades, ha dicho públicamente que quiere hacer todo lo que tenga que hacer para que se levante la alerta de género en su municipio, lo cual nos parece importante, espero que nos inviten a colaborar para hacerla una realidad, aunque el desafío es muy grande.
Esperamos que la palabra del gobernador del estado, pueda concretarse y que sea Michoacán, el estado que logró articular los sistemas de igualdad y de no violencia, como los recursos necesarios y las acciones jurídicas, económicas y políticas para que se consolide un sistema de acceso a la justicia para las mujeres, en donde los feminicidios y las violencias contra las mujeres no queden impunes. Mientras tanto seguiremos haciendo todo lo posible para seguir haciendo que se respete la ley y con ellos las mujeres michoacanas vivan una vida libre de violencia.
