¿Cómo enfrentar la homosexualidad de mi hijx?

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Por: Psic. Hilda Mesa

  • La homosexualidad no es una enfermedad. 

Actualmente la comunidad LGBT ha empezado a ser mucho más visible y a tener más presencia en muchos entornos de nuestra sociedad, peroooo los padres aún ven esto como algo malo porque representa un tema TABÚ en el que lamentablemente no se educan. 

El hecho de que un hijx se declare abiertamente homosexual puede ser demoledor para muchos, especialmente para quienes han recibido una educación conservadora y tradicional. Ante la noticia, puede que sea difícil controlar la primera reacción, pero la prueba mayor viene después, cuando se acepta el hecho pero no se sabe cómo conciliarlo con los valores de una familia.

Como les sucede a muchos padres de jóvenes gays, la primera reacción es pensar que el proyecto de vida que tenían para su hijx finalizó. Sin embargo, no deben sentir que han perdido a su hijx por ser homosexual (o LGBT, lesbiana, gay, bisexual o transgénero). Los niños a los que haz amado desde que nacieron siguen siendo tus hijxs. 

Esta es una situación que ha existido durante miles de años, en culturas y pueblos de todo el mundo y no debería ser motivo de sorpresa. Lo más acertado que puede hacerse es simplemente seguir amándolos como hasta ahora. 

Si bien muchas familias latinas apoyan a sus hijxs gays, también tienen un temor permanente a que sean víctimas de estereotipos, estigmas, discriminación, acoso y hasta violencia, debido a su sexualidad.

En estos casos, antes de detenerte a pensar en lo que piensan los demás de tu hijx gay, entrégale todo el amor y la aceptación posible como familia. 

Hay suficiente incomprensión en el mundo de hoy, así que lo que realmente importa es poner en práctica ese amor que se tiene por los hijos, para evitar futuras reacciones negativas, como aislamiento o depresión.

La orientación sexual no cambia la esencia de las personas, lo importante es dirigir los esfuerzos a ser mejores seres humanos y no exclusivamente a la búsqueda de aceptación. 

Por muy preparado que se esté, y por muy sensibles que sean los padres con esta posibilidad, la noticia inicial siempre provoca una sorpresa y debe ser asimilada. 

Una reacción típica de los padres puede ser tratar de reinterpretar lo que el hijx les ha dicho, o preguntarle varias veces si está segurx. Es un hecho a evitar, pues por más veces que se pregunte, la realidad no va a cambiar. Los padres deben saber que, en realidad, la homosexualidad es una expresión más de la sexualidad humana, y por lo tanto no es un hecho degradante ni se trata de una enfermedad. Además, los padres deben comprender que el hijx no ha elegido ser homosexual. Simplemente es una realidad, y tu hijx debe vivir de acuerdo con ella, respetándose a sí mismx y a los demás. Es importante que tengas presente que la sexualidad no es orientable ni modificable, y tratar de cambiar a un hijx en este sentido es siempre un error.

La comunicación con el hijo sobre el hecho de su sexualidad les resultará, poco a poco, algo natural y carente de cualquier dramatismo. Una vez más, la comunicación se presenta como algo fundamental.

Un hecho importante es reconocer el esfuerzo, y muchas veces, la angustia que habrá tenido que sufrir un hijo para aceptarse tal como es. Que los padres lo admitan es algo que puede ayudarle mucho, así como pedirle disculpas si en algún momento no se le ha prestado toda la comprensión que se le podía dar. 

Mencionare algunas recomendaciones terapéuticas de inicio a la situación. 

Entender la sexualidad como algo natural independientemente de la orientación sexual que tenga su hijx. Los seres humanos necesitamos de la sexualidad para existir en las relaciones interpersonales. 

* No SATANIZAR O JUZGAR como negativa la orientación sexual. Escuchemos, demos paso al diálogo que ayudará a que su hijx se sienta en confianza y pueda contarle como descubrió su orientación sexual para que usted pueda ayudarlo a sentirse aceptado y apoyado. 

* Romper el mito de que la homosexualidad es una ENFERMEDAD y ese mito no lo rompes preguntándole  al vecino. Debes asistir con un especialista, preferiblemente un Sexológo que oriente a la familia y al hijx con respecto a la aceptación familiar y aceptación personal. 

El proceso de la adaptación familiar puede tardar tanto como los padres mantengan los prejuicios y de eso dependerá en gran medida la salud mental de su hijx. 

El amor no tiene barreras, no tiene edad ni género. Seamos parte de una sociedad más tolerable, una sociedad más educada y que sobre todo tomemos como premisa ese mandamiento de Dios que dice: “Amar al prójimo” 

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