- Durante la sesión virtual de este jueves, los diputados discutieron en torno al manejo que se ha dado a la contingencia de salud en el estado y el país.
Beatriz Rojas
Distintas posturas en torno al manejo que se ha dado a la emergencia sanitaria desde la federación emanaron en el Congreso del Estado a partir de un posicionamiento que presentó el diputado por Morena Alfredo Ramírez Bedolla, en donde emitió un llamado al gobernador del estado, Silvano Aureoles, “a dejar la rebeldía sin rumbo”.
Durante su exposición, Ramírez Bedolla presentó la agenda legislativa que su grupo parlamentario considera prioritaria para la reactivación económica, así como otras acciones a futuro del gobierno federal, pero también expresó su rechazo al ejecutivo, lo que despertó la respuesta de algunos legisladores del PRD y el PRI.
El diputado por Morena extendió su llamado al gobernador a “retomar la senda del diálogo, legalidad e institucionalidad, el federalismo y la unión nacional para apegarse a las directrices del Consejo de Salubridad General y las autoridades de salud”.
En respuesta, el coordinador parlamentario del PRD, Antonio Soto Sánchez, externó su coincidencia en que el gobierno estatal debe conducirse en el marco de la legalidad, pero agregó que también tendría que hacerlo el Gobierno Federal.
“Esa posición, es engañosa, decir que en Michoacán falta institucionalidad, pues decirle al diputado que Michoacán es uno de los estados donde no se ha propagado tanto el coronavirus por las medias adoptadas por el Gobierno del Estado y los cinco estados donde más hay contagiados, en cuatro de ellos gobierna Morena: Ciudad de México, Baja California, Tabasco y Puebla. En Michoacán donde más tenemos contagios es en Lázaro Cárdenas, donde gobiernan ustedes y no han cumplido con las medidas que ha adoptado el gobierno del estado”, externó Soto Sánchez.
Ante ello, Cristina Portillo consideró que el perredista estaba politizando el tema y se remitió al posicionamiento que minutos antes presentó Soto Sánchez en contra de la propuesta de que el INEGI fiscalice la riqueza en los hogares y justificó que no proviene del Presidente sino del partido y que se trataba de parte de una reforma fiscal progresiva.
La diputada por Morena criticó que Aureoles Conejo no haya asistido a reuniones virtuales con la federación y que haya declarado que regresaría los materiales médicos, lo que calificó como una actitud rebelde.
Por su parte Marco Polo Aguirre, diputado por el PRI, consideró que el decreto estatal de aislamiento se debería de ampliar porque la gente en Lázaro Cárdenas y Morelia ya no parecía estar guardando este aislamiento.
Alfredo Ramírez pidió una “tregua política” y reconoció la labor de la titular de la Secretaría de Salud en el estado, Diana Carpio, al considerar que se había conducido desde la institucionalidad y sin un corte político.
Por su parte, Octavio Ocampo, del PRD, aseveró que no se estaba politizando el tema, consideró acertada la estrategia del estado y señaló que en comparación con otras entidades con un número similar de habitantes, los contagios son menores.
“La estrategia que tomó el gobierno estatal desde un inicio de poder tener un aislamiento obligatorio, de no permitir que los niños fueran a la escuela, han sido medidas acertadas y aparejado con un programa alimentario, uno de créditos, no descuidar el sector salud, se hizo un aumento de sueldo de manera convenida con los sindicatos, el ciclo escolar no se va a terminar de manera presencial, son medidas que nos han ayudado y si bien no somos de los estados con menos contágios”, argumentó.
Salvador Arvizu, por otro lado, se remontó a las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que “los conservadores no lo dejan trabajar” y aseveró que esos conservador forman parte de su gabinete.
Sandra Luz Valencia, diputada por Morena aseguró que la OCDE ha reconocido el actuar de la presidencia de México, a lo que el coordinador parlamentario del PRI, Eduardo Orihuela, solicitó irónicamente que le pasara ese informe, ya que el último que él había revisado era en el sentido contrario, por la poca cantidad de pruebas que se aplican en el país.
