Hilda Mesh

Amigos con derechos

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Por la Psicoterapeuta Hilda Meza

¿Recomendable?, ¿Inmadurez?, ¿Atractivo? Veamos

Antes de emprender una relación de este tipo, es necesario considerar la tasa de ganancias y pérdidas. Su fin es meramente sexual. 

Es una modalidad que algunxs eligen para experimentar el sexo sin adquirir compromisos. No hay cabida para el enamoramiento, ni mucho menos para el compromiso. Tampoco hay exclusividad.

Es una relación totalmente válida si eres CONSCIENTE del “¿para qué?” lo haces. No obstante, esto no te hace inmune a que a la larga termines involucrando sentimientos y resultes enamorándote hasta los huesos. 

Esto puede ocurrir incluso si desde el inicio se dejan las reglas y y pautas claramente establecidas, aunque para estos casos no existe engañó, puesto que las cartas siempre estuvieron puestas sobre la mesa. Si alguno de los 2 se empieza a involucrar es conveniente dar por terminada la relación.

¿Por qué pasa? 

Si realmente son amigos en toda la extensión de la palabra, se supone que existe confianza, complicidad y cariño, cuando se le añade el sexo puede surgir mayor conexión, especialmente si experimentan un profundo placer en la intimidad. 

Esa mezcla de elementos puede producir encantamiento y desde luego no se quiere perder. 

Lo que provoca que algunxs mantengan la relación por meses, incluso por años, sin conseguir forma de salir o darle otro nombre a la relación. 

El problema surge cuando se quiere avanzar, es decir adquirir compromisos y alguno de los involucrados no quiere dar este paso. Creer que vas a lograr conquistar su amor no te brinda ningún tipo de garantías. 

Es cierto que para algunxs les resulta de maravilla este tipo de relaciones y la tasa de costo/beneficio resulta ganar-ganar. 

Pero no siempre resulta así y me baso en la cantidad de casos que atiendo. Es decir, al final parece que deja un “sabor amargo” de lo que pudo haber sido y no fue.

¿Inmadurez?

Habría que evaluar cada caso por separado. En particular yo suelo llamarla “relaciones transitorias”, es decir, es un vínculo que se realiza generalmente después de una decepción amorosa o una separación y se convierte en una forma de relacionarse sin terminar de involucrarse. 

¿Resulta atractivo? 

Claro que si, como todo fuera de lo convencional y especialmente cuando se involucra el cuerpo, los sentidos y lo erótico. 

¿Recomendable? 

Todo depende. Como todo en la vida, hay riesgos, incluso en las relaciones más consolidadas. Lo importante es tener claro tus motivos y recordar que estás relaciones son de corto tiempo. Tú decides si estás dispuestx a asumir los riesgos.