- Una pareja violenta, incluso si tiene momentos afectivos, puede convertirse el feminicida, alerta especialista.
Morelia, Michoacán a 21 de mayo de 2019.- Amenazas, chantajes, insultos, descalificaciones, silencios o incluso la misma omisión del lenguaje corporal son focos rojos a los que deben estar atentas las mujeres para identificar a un feminicida en potencia, así lo explicó la psicóloga Evangelina Contreras Posadas en el marco del Primer Foro “Feminicidio y Derechos Humanos”.
La especialista afirmó que estas actitudes son actos muy comunes de violencia hacia las mujeres y forman parte de la “etapa del patán”, que se muestra luego de la “fase de enamoramiento”. La psicóloga puntualizó que los sujetos violentos buscan a mujeres de un perfil vulnerable, identifican sus necesidades y de ellas se valen para ejercer la violencia machista.
“Luego viene la interconectividad entre el patán y el galán, en momentos se vuelve ese galán que te pide perdón, que está arrepentido de lo que hizo, que no lo pensó muy bien o que fue un momento que se le fue de las manos”.
Aseguró que el perfil de los feminicidas en potencia es el de un cazador nato, es decir, alguien que escoge a su víctima.
“Normalmente buscan a mujeres vulnerables, en el sentido económico, emocional, hasta sexual, en el sentido patrimonial, en algún sentido de vulneración, porque este perfil se dedica a analizar la conducta de su posible víctima”, explicó.
Después de una oscilación entre la etapa de galán y la del patán, es cuando vienen los feminicidios si no se actúa a tiempo, señaló la especialista. Es en esta
La última etapa es la de los feminicidios, cuando esta persona ya definitivamente explota y comete un acto delictivo superior o ya tipificado dentro de nuestro sistema penal.
Finalmente subrayo que el abuso de sustancias como alcohol u otro tipo de drogas son factores que hacen que la conducta del sujeto se descontrole y la agresión detona de tal manera que llegan a lo que se tipifica como feminicidio, al que definió como la agresión brutal hacia la mujer.
Este tipo de agresiones se traducen en el asesinato con saña de las mujeres, crímenes en los que se llega al extremo de mutilarlas o realizarles laceraciones.
