Cannabis medicinal y cáncer

Columnistas Principal

La Organización Mundial de la Salud define al cáncer como “un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo.” Además, añaden, hay varios tipos de cáncer que pueden curarse por medio de cirugía, radioterapia o quimioterapia. Sin embargo, sabemos, si es que nos ha tocado la suerte de vivir en carne propia o de cerca por algún familiar o amigo, que muchas veces el proceso de cura del cáncer es tan violento e invasivo que el paciente termina cediendo ante los tratamientos.

En varios estudios se ha expuesto que los cannabinoides o los extractos de cannabis de grado médico funcionan para contrarrestar algunos síntomas como los vómitos y las náuseas causadas por las quimioterapias. Además, también ayudan para la estimulación del apetito en pacientes con cáncer en un estadio avanzado, o terminal, logrando detener la pérdida de peso que muchas veces lleva a los pacientes a un grado de deterioro físico en el que pierden la batalla. Por otra parte, en cuanto al tratamiento del dolor, el cannabis medicinal ayudó a aminorar el dolor tanto como la codeína, al mismo tiempo que también combatía las náuseas, vómitos y la ansiedad. 

El control del dolor es uno de los aspectos más interesantes del cannabis medicinal, ya que no se utiliza solamente en pacientes con cáncer, sino en pacientes con un gran número de enfermedades autoinmunes que deterioran el cuerpo como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, así como pacientes terminales con VIH, y otro tipo de pacientes  con dolor crónico a partir de lesiones provocadas por accidentes que prácticamente les ha arrebatado el movimiento físico gracias al dolor.

Sin embargo, el uso del cannabis médico no está totalmente aceptado hasta el momento por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), que sólo aprobó dos cannabinoides( el dronabinol y nabilona) para la prevención y el tratamiento de las náuseas y los vómitos causados por la quimioterapia, ya que producen efectos parecidos al de los medicamentos en el cuerpo, incluso en el sistema nervioso central y el sistema inmunológico.

Y a nosotros, como espectadores de este auge médico del cannabis, sólo nos queda informarnos a través de medios objetivos (existen alrededor de 2,500 estudios clínicos acerca del tema) para comenzar a superar los prejuicios que esta era de violencia a arrojado sobre una planta que ha acompañado a la humanidad por miles de años. 

¿Han visto el documental Weed the people? Debemos entender que la regulación del cannabis no va sólo por aquellos que buscan la libre expresión y el desarrollo de su personalidad al fumar mota, sino por toda esa parte de la población que sufre de alguna enfermedad, en su mayoría niños y ancianos, que puede contrarrestarse o aminorar su agresividad por medios menos dañinos al organismo, situación que se refleja en la mejora de la calidad de vida del paciente.