Por: Erik Avilés
Esto hubiera resultado una nota verdaderamente fantasiosa hace dos décadas, literalmente, un chiste local. Hoy, el equipo de Veteranos de la Liga Municipal representativo de la colonia Fovissste Morelos se reforzó con el goleador brasileño, quien además de divertirse, anota goles por racimos.
Si bien, arroparse con exjugadores profesionales es normal en las divisiones de élite en el deporte amateur, merece contexto en cuanto a deporte comunitario respecta.
Fovissste Morelos es un fraccionamiento de interés social al norte de nuestra capital. Fue una perla más del rosario del populismo de José López Portillo, quien personalmente inauguró la obra, como consta en una placa colocada en la plaza principal. En aquella época, los terrenos de las casas de interés social medían 150 o 200 metros cuadrados de superficie y los créditos fueron otorgados a trabajadores del gobierno federal y estatal de diversas dependencias del gobierno federal y estatal. Desde su trazo original, contaba con una gran cantidad de áreas verdes y espacios deportivos, como muy pocas unidades habitacionales en la capital del estado. Contándose con la infraestructura adecuada, la convivencia era natural y había oportunidad de practicar fútbol, basquetbol, voleibol, aerobics, gimnasia y otros deportes, dado que había activadores físicos pagados por el ISSSTE trabajando por las tardes.
El terremoto de 1985 desplazó a miles de personas de la Ciudad de México hacia ciudades medias con relativa calidad de vida como Morelia. Cientos de hectáreas de carácter ejidal se convirtieron vertiginosamente en caseríos que fueron consiguiendo progresivamente servicios a través de actividades políticas.
La disputa por la movilidad y por el agua generaron muchos conflictos entre los vecinos de Fovissste y los recién llegados, los cuales se dirimieron estérilmente en muchas ocasiones en riñas a golpes en las unidades deportivas. La pérdida de paz y tranquilidad en la práctica deportiva generó un paulatino abandono de la práctica deportiva, que se acrecentó con el envejecimiento de la población fundadora de la colonia. Los equipos de fútbol ya no son conformados exclusivamente por habitantes de Fovissste y las canchas de fútbol ya son utilizadas incluso como estacionamiento por los promotores de espectáculos en el Pabellón “Don Vasco”.
Con ese contexto, ¿será suficiente la contribución de Claudinho en el equipo del barrio para recordar los tiempos en los que se practicaba masivamente el deporte en las canchas en Fovissste Morelos y revertir su abandono?
Las instalaciones, con un poco de recursos podrían ser utilizadas por cientos de personas, indudablemente. Su relativo olvido solamente es explicable por el deterioro del tejido social y por ende, objeto de intervención social para el desarrollo comunitario.
Esperemos que la disrupción que pudiera generar contar con el ex centro delantero del Morelia en el equipo representativo de la colonia abra ojos y conciencias, posibilitando un renacer comunitario en el ámbito deportivo en una colonia que cuenta con enormes condiciones para redoblar sus hábitos en materia de activación física y deporte social.
Y por supuesto, mirando al horizonte posible, sería deseable que las lecciones de desarrollo local en el ámbito deportivo, se extendiesen al millar de colonias que existen en Morelia, con el apoyo de las diferentes instancias gubernamentales con atribuciones y responsabilidades en la materia. Y asimismo, esperemos pronto estemos en una situación en la cual los atletas morelianos sean recibidos extraordinariamente en otras comunidades deportivas y su presencia motive la práctica del deporte.
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