- El Vaticano dictó nuevas normas contra el abuso sexual para fortalecer la prevención y agilizar las investigaciones.
Morelia, Michoacán a 12 de mayo de 2019.- Un aborto es más grave que un abuso sexual, debido a que el primero constituye un asesinato y el segundo puede tener distintos matices, consideró el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos a pregunta expresa en torno a la opinión del cardenal italiano Giovanni Battista, quien justificó la excomunión de una mujer por ayudar a abortar a su hija, que fue violada.
Esto en el marco del anuncio de las nuevas medidas que adoptará la Iglesia Católica para prevenir y sancionar el abuso sexual cometido por eclesiásticos hacia menores o personas vulnerables.
“Se necesita una continua y profunda conversión de los corazones, acompañada de acciones concretas y eficaces que involucren a todos en la Iglesia, de modo que la santidad personal y el compromiso moral contribuyan a promover la plena credibilidad del anuncio evangélico y la eficacia de la misión de la Iglesia, la cual aprende de las amargas lecciones del pasado”, expresó el eclesiástico.
Lo que sí precisó es que el sacerdote que sea acusado de abuso sexual será suspendido como medida cautelar y tendrá derecho a buscar un abogado para ser juzgado en un tribunal eclesiástico, además de que se dará aviso a las autoridades civiles que corresponda.
Garfias Merlos informó que el Papa Francisco promulgó la Carta Apostólica “Vic estis lux mundi” que entrará en vigor en junio de este año. Misma que deriva de una reunión celebrada en febrero entre el Papa con los presidentes de las Conferencias Episcopales.
Esta carta, abundó el arzobispo, consta de cinco puntos. Entre los que destacó que ya las investigaciones de los Tribunales Canónicos tendrán tiempos específicos, aunque no precisó los tiempos concretos, con el argumento de que cada caso tiene sus particularidades.
Otra medida que se adoptará será la de brindar acompañamiento y asistencia a las víctimas. “Los delitos de abuso sexual ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas”, planteó Garfias Merlos.
Asimismo, se sancionará tanto el delito como el encubrimiento del mismo. “Todas las diócesis deberán establecer sistemas estables y de acceso público para informar casos de abuso sexual y encubrimiento”, abundó. Esto, antes de junio de 2020, precisó. Esto quiere decir, que los miembros de la Iglesia estarán obligados a informar a sus superiores de cualquier caso de este tipo del que tengan conocimiento.
