Seguramente al comer la tradicional rosca de reyes cada cinco o seis de enero, te has preguntado: ¿de dónde surgió?, ¿quién la preparó? o ¿qué significa?
Cada año en México en promedio se consume una rosca de reyes por hogar, lo que en el 2016 representó ventas por 600 millones de pesos por la compra de alrededor de cuatro millones de este delicioso pan. La roca de reyes se consume desde el siglo III cuando en el marco de las fiestas en honor al Dios Saturno (después del solsticio de invierno), se partían panes redondos elaborados con higos, dátiles y miel.
Durante la Edad Media, los cristianos retomaron esta tradición, no obstante, se le consideraba pagana y tiempo después coincidiría con las celebraciones de Navidad, e inclusive serían ellos quienes iniciaran con la costumbre de ocultar un haba adentro del pan. En el siglo XIV, la fiesta se establece el seis de enero en Francia, se cristianiza y se le nombra como “Epifanía”, donde los cristianos de occidente conmemoran a los Reyes Magos, mientras que los europeos ortodoxos, celebran el bautismo del niño Jesús.
Esta tradición llega a México durante el siglo XVI, cuando la rosca se adorna con higos, ate y acitrón, además de que sustituye el haba por la figura de un niño. La tradición dicta que quien encuentre la figurita del Niño Dios, será su padrino, lo vestirá y llevará a misa el día de la Candelaria que se celebra el dos de febrero, y asimismo, le toca preparar los tamales y atole para los invitados.
Actualmente partir la rosca de reyes representa la reunión de las familias mexicanas para degustar este pan con un delicioso chocolate.
