Las comunidades Trans, en una historia reciente, han venido desde los finales de los años sesenta del siglo XX visibilizándose y trabajando con una agenda que es expresada en una lucha por sus derechos humanos y libertades, en estos años Posmodernos.
En el mundo los avances para las poblaciones trans son heterogéneos, en México, algunas entidades federativas ya tienen avances, como es el caso de la Ciudad de México, Michoacán, Nayarit, entre otros, solo que aún falta mucho por avanzar, negociar para encontrarlos en los marcos normativos, las estructuras operativas y el diseño de la política pública.
Tal vez una importante aportación que podría generarse como ya se hizo en Alemania, es quitar de los documentos de identidad el ítem referente al sexo, para que el género con que se percibe y se presenta socialmente no sea cuestionado; acciones que también ya se están solicitando por parte de las autoridades de educación de Holanda a su Parlamento para que se siga el formato de Alemania quien en sus documentos no aparece el ítem de sexo, esperemos que la respuesta sea positiva, como seguramente será.
En este sentido tanto Alemania como Holanda, deben seguir atendiendo el ítem de sexo, en los pasaportes como lo obliga la Unión Europea y seguramente en otros más, por lo pronto es un avance al cual se sumaran otros miembros de la Unión Europea.
Todo lo que pueda el Estado Nacional impulsar a favor de los derechos y libertades de la población se debe hacer, como también ofrecer la oportunidad de encontrar la felicidad y amor, la política pública debe impulsar también el llenar de felicidad a los miembros de una comuna, sea cual fuere su estado sexo-genérico. Cada quien debe construir su género, y desde ahí, avanzar en su libertad y seguridad.Otra situación hablando de libertad es que se otorgue tanto formal y realmente, es decir, se requiere que las comunidades trans fortalezcan el valor de sus corporalidades, el poder para tomar decisiones y sobre todos la voz para manifestar sus luchas sociales.
