Morelia, Michoacán a 26 de junio de 2019.- Imagina vivir en un mundo con condiciones climáticas tan extremas que tus alimentos favoritos, como el chocolate o el café, no existen, o sólo puedas disfrutar de variedades artificiales creadas genéticamente… sin el mismo sabor. Pues éste es el futuro que nos espera debido al cambio climático: una crisis alimentaria.
“El cambio climático se está convirtiendo en algo que podemos probar”
Para exponer las variables del problema, Amanda Little, periodista medioambiental, explica en su libro The Fate of Food que la humanidad deberá reinventar todo su sistema global de comida para adaptarse al cambio climático.
Aunque este tema no es actual. Durante milenios han habido predicciones de que los humanos superarán sus propios recursos y —sin embargo— siempre se han desarrollado formas de adaptarse y sobrevivir.
Por tal razón, las innovaciones científicas y tecnológicas podrían ser la esperanza para resistir esta crisis alimentaria.
DOS CARAS DE LA MONEDA
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) proyecta que a mediados de siglo, aproximadamente dentro de 30 años, las consecuencias alcanzarán a la mayor parte de la población mundial. Aunque las interrupciones en el suministro de alimentos ya son evidentes en casi todas partes.
En este momento, los productores de soya y maíz en el Medio Oriente, por ejemplo, no pueden plantar sus granos porque las tormentas han causado inundaciones sin precedentes en sus tierras.
Últimamente, los fenómenos meteorológicos extremos han dañado o destruido olivares en Italia, viñedos en Francia, huertos de frutos rojos, cítricos y manzanas en Estados Unidos, y plantíos de aguacate, cafés y cacao en México.
Sin embargo, la mayoría de la población urbana en países desarrollados y en desarrollo se encuentran tan lejos de las fuentes de alimentos que no experimentan estas consecuenciaspor ahora.
En los mercados sólo observan sutiles cambios en la calidad y el precio de los alimentos.
Por ejemplo, el daño masivo a la agricultura en el Medio Oriente simplemente resulta en costos ligeramente más altos de maíz y soya para estas poblaciones.
Tales efectos a corto plazo son leves, pero a mediados de siglo pueden ser mucho más significativos.
Mientra hay decenas de millones de personas en al menos media docena de países subdesarrollados que sufren la hambruna.
¿QUÉ ALIMENTOS PODRÍAMOS PERDER?
Los alimentos más vulnerables al clima incluyen aquellos que son más inconstantes, los cuales necesitan condiciones muy específicas para crecer bien, como:
- El café
- Las uvas de vino
- Las aceitunas
- El cacao
- Los cítricos
- Las frutas con hueso
Así como los que consumen más agua, como:
- Las almendras
- Los aguacates
- La alfalfa y el pasto que alimentan al ganado
¿Cómo salvarlos?
“LA IGNORANCIA Y EL INGENIO HUMANOS NOS METIERON EN ESTE LÍO, Y EL INGENIO COMBINADO CON EL BUEN JUICIO PUEDE SACARNOS DE ÉL”.
El robot de escarda, desarrollado por Blue River Technology, puede distinguir entre una mala hierba y un cultivo en crecimiento. Además, puede destruir esa mala hierba con una precisión increíble, reduciendo radicalmente el uso de herbicidas en los campos.
En lugar de deshacerse de millones de litros de herbicida en los campos, como se hace en la agricultura convencional, este robot utiliza diminutos chorros de herbicida, tomando decisiones en fracciones de milisegundos mientras se arrastra por un campo detrás de un tractor.
Comete errores y se vuelve más inteligente a medida que aprende qué plantas matar y cuáles proteger.
Así que existe una pequeña respuesta. La robótica se puede aplicar a fungicidas, insecticidas e incluso a fertilizantes, lo que reduce los agroquímicos en la agricultura a gran escala en un 90 %. Incluso puede ayudar a llevar diversidad a la producción de alimentos a gran escala.
Es un futuro de la agricultura: planta por planta, en lugar de campo por campo.
Sin embargo, para encontrar una síntesis al problema, Amanda Little considera que se debería plasmar el conocimiento de la producción de alimentos tradicionales y las tecnologías más avanzadas.
Esto con el objetivo de cultivar más alimentos de mejor calidad y al mismo tiempo restaurar, en lugar de degradar la salud pública y el medio ambiente.
LA DIETA DEL FUTURO: ENFRENTAR A LA CRISIS ALIMENTARIA
La esperanza es las dietas de la humanidad realmente sabrán y se parecerán mucho a las de hoy. Idealmente, en 30 años podría existir la abundancia y diversidad actual en la elección de alimentos. Pero la procedencia de los mismos, dónde y cómo se cultivan, puede cambiar de manera radical.
Un gran ejemplo de ello es la carne artificial, creada en laboratorio y muy parecida en sabor y textura a la carne real.
Y es que cualquier tipo de proteína animal o de pescado (carne de res, pato, atún) se puede cultivar sin el animal.
Igualmente, están las granjas verticales que cultivan frutas y verduras aeropónicas: sin tierra ni sol; utilizando menos agua.
Actualmente se investiga el uso de herramientas de edición genética para adaptar los cultivos básicos de frutas y verduras a las nuevas presiones ambientales. Todo para que puedan ser tolerantes al calor, tolerantes a la sequía, capaces de resistir insectos invasores.
Así, la innovación humana, con enfoques nuevos y antiguos para la producción de alimentos, puede estar redefiniendo los alimentos sostenibles a gran escala.
Existe una táctica para combatir la crisis alimentaria.
Fuente / Muy Interesante
