Con el miércoles de ceniza arrancó la temporada de Cuaresma. Este domingo la Arquidiócesis de Morelia emitió su mensaje.
Morelia, Michoacán a 18 de febrero de 2018.- Un tiempo de reconciliación con la sociedad, consigo mismos y con el medio ambiente representa la Cuaresma para la comunidad católica, expuso durante su mensaje el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
“La Cuaresma es el tiempo previsto para preparar a todo el Pueblo de Dios para la gran celebración de la Pascua del Señor, que actualiza la muerte y Resurrección de Jesucristo. En ella iniciamos el reconocimiento de nuestra condición humana en toda su fragilidad, expuesta a todo tipo de rupturas”, expuso el ministro eclesiástico.
“Todos somos corresponsables de que podamos transformar la violencia e inseguridad en una oportunidad de encontrar el camino de la armonía, la seguridad y la paz siendo solidarios y caritativos”, instó Garfias Merlos a los fieles católicos.
En este mismo sentido, al ser cuestionado acerca de si la Iglesia debe perdonar a los miembros del crimen organizado, declaró que, a diferencia del Estado, que debe perseguir a los criminales, la tarea de la Iglesia es mantener sus puertas abiertas para todo aquel que se arrepienta del mal que ha cometido y se comprometa con reivindicarse y no volver a adoptar ese tipo de conductas.
Con respecto al papel del gobierno, el líder religioso consideró: “si se quiere contrarrestar el crecimiento de la delincuencia organizada tendría que plantearse un proceso de Justicia transición al para que los delincuentes puedan redimirse”.
La Cuaresma, manifestó el arzobispo, se trata de un tiempo de encuentro, de perdón y de construcción de paz, señaló Garfias Merlos y apuntó que la caridad y la solidaridad son características que llevan a la paz y que se pueden adquirir a partir de la doctrina cristiana. “Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pes. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros sino de verdadero servicio al hermano”, argumentó el eclesiástico.
