Gerardo Herrera

Deconstruyendo el inconsciente

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Vivimos muy rápido, en busca del hedonismo, del éxito, del lujo, del placer de las marcas, el sexo, la sustancias y  líquidos adictivos, vivimos de manera efímera, de manera individual y egoísta, vivimos sometiendo a la naturaleza, al otro en en la diferencia de clase, racionalidad, sexo, género, edadismo, capacitismos, y otras, como lo expresa Lipovetzky y Bauman, y ello, me hace pensar realmente sabemos quiénes somos?, desde el pensamiento instrumental, como desde el pensamiento crítico, no lo sé, lo que si sé, es la cantidad de conceptos que sobre mi cuerpo recaen de frente a este pensamiento que mantenemos vigente “el instrumental” y que requerimos acceder a nuestra racionalidad el pensamiento crítico.

Sobre mi cuerpo llevo cientos de conceptos: feminidades y masculinidades hegemónicas, unas dominantes otras serviles, los mandatos, las potencias, la visión patriarcal y su división social del trabajo, la pérdida de la politicidad de la mujer frente al hombre androcéntrico, la justificación biologista, contrahegemónicas, los biocuerpos, el género binario y ahora lo no binario, las posiciones trans y las resoluciones de la SCJN del derecho al libre desarrollo de la personalidad, lo queer, lo raro, lo diverso sexual,  disidencias, afectos, sexo, libido, placer, es decir  el hedonismos, la búsqueda del éxito, del lujo, de lo efímero, pero también la represión, lo anormal y normal, la frustración, expectativas socioculturales, amor y política, hegemonía, dominación, control y disciplinamiento del cuerpo, autoestimulación erótica, la masturbación como culpa, castigo, feminización, antipatriarcado, antimachismo, violencia, violación, límites, celos, relaciones monógamas o polígamas, estupidez, religiosidad, respeto, matrimonio igualitario, el concubinato igualitario y  su lucha permanente, la identidad de género, delitos del patriarcado: feminicidios y crímenes de odio por homofobia, la complejidad para hablar acerca de un tema, que requiere de expresar mucho más que hablar desde una sola disciplina, la transdisciplinariedad, el conocimiento, la sabiduría, el holismo, la interdependencia, lo sistémico, porque todo está interconectado.

Hace unas semanas se me preguntaba en la universidad sobre cual era el tema académico que investigo, les dije: “yo no tengo tema, hago, es decir, realizo acciones en contra de la opresión y defiendo la vida, la vida en medio, no solo el hombre, y así defiendo en unicidad e investigo en unicidad el género humano, las plantas y los animales en relación con el agua, la tierra, la luz, el aire en simbiosofía”. Y es que más que un tema es una experiencia de vida que ha marcado mi pensamiento, mi forma de interpretar la vida, cuando me doy cuenta que nací y viví a la sombra del patriarcado, que como hombre actué a favor de los mandatos y potencial de la masculinidad, que he vivido con la falocracia y el machismo y ahora los micromachismos, siempre a la sombra del modelo económico capitalista, de pensar en la propiedad privada, en el imperialismo , de la religión donde la culpa y el castigo son la única forma de sostenerte en este mundo.

Por ello, llego a una posición: tratar de influir en mi cuerpo, pensar desde la posición crítica y avanzar en  la oportunidad de ser emancipado, libre, autónomo para llevar a cabo las ideas, las propias decisiones, la forma de avanzar en tomar las decisiones. Logré entender que podría desaprenderme, y a la vez reaprenderme nuevamente, logré decidir después de pensarme, despensarme y repensarme que podría ser otro, más yo en mi cuerpo, más yo en función del ayudar a la otredad y ser solidario, más yo en función de mis valores, principios y virtudes sociales.