Hilda Mesh

Desesperanza aprendida

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¿Qué es y cómo aprender a superarlo?

La desesperanza aprendida es un estado psicológico que se manifiesta cuando una persona comienza a sentir que es incapaz de modificar alguna situación a través de sus conductas o acciones. 

La desesperanza aprendida o indefensión aprendida es el resultado de estímulos negativos o aversivos, generalmente incontrolables, que desembocan en una carencia de iniciativa por parte de quién la sufre.

No es el estrés el que ocasiona que la desesperanza se desarrolle, sino la imposibilidad de controlar el motor que desencadena ese estrés. Esta dinámica surge, a menudo en familias con padres muy autoritarios, cuyos hijxs terminan por aceptar toda clase de situaciones (también fuera de casa), por sentir que no merecerá la pena tratar de controlarlas.

¿Por qué una persona padece de desesperanza aprendida?

Esto suele suceder cuando la persona vive de manera reiterada, situaciones en las cuales sus acciones no generaron un cambio o el cambio deseado. La persona tiene una sensación de falta de control sobre su entorno y las circunstancias, lo que genera una percepción de visión túnel sobre cada situación que se le presente. 

Como su nombre indica, este estado se aprende; como humanos, tendemos a estudiar cautelosamente las consecuencias de nuestras acciones, desechando las conductas que desembocan en consecuencias negativas y abrazando las que llevan a consecuencias positivas.

¿Es posible SUPERARLA? 

La desesperanza aprendida se trata de un comportamiento APRENDIDO. 

Cualquier comportamiento aprendido puede ser modificado bajo terapia psicológica. El punto central con este tema es la creencia que forma la persona sobre su incapacidad para resolver conflictos, por lo que es primordial trabajar las creencias y autoconcepto de si mismo.

Esto ayudará a la persona a generar autoestima y confianza, pero sobre todo lo hará obtener herramientas para que cuando vuelva a suceder una situación en la que no obtiene lo esperado, no se produzca una desesperanza sino, UN APRENDIZAJE DE LA EXPERIENCIA. 

Es importante, a su vez, tener paciencia. Entiende que un comportamiento aprendido, probablemente desde la infancia, no es fácil de sobrellevar y superar; no seas injusto contigo mismo y date el tiempo que mereces.

Este trabajo debe hacerse bajo la supervisión y acompañamiento de un PSICÓLOGO CLÍNICO. Entonces no comiencen a inventar o pedir consejos para resolver un tema psicológico tan importante. Mejor acudan a terapia. 

Hilda Mesa 

PSICOTERAPEUTA 

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