Gerardo Herrera

Diálogo y convivencia escolar

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He desarrollado en diversas ocasiones metodologías para la participación de la comunidad, recientemente reflexioné con personas de Lázaro Cárdenas, de diversas organizaciones, entre ella Mujeres de Acero, con las cuales expresé la importancia de contar con instrumentos organizativos para fomentar la participación de las personas en comunidad. Entre las estructuras que mencione fueron la incidencia política, las comunidades de aprendizaje, la movilización, entre otras.

En este texto solo tocaré la comunidad de aprendizaje, misma que ya fue utilizada por quien esto escribe en Santa María de Huiramangaro, municipio de Pátzcuaro, con interesantes resultados y aportaciones a modelos de participación social, que han sido reconocidas por instancias estatales, como el Colegio de Bachilleres, el Instituto Universitario de Puebla, así como la comunidad de Santa María de Huiramangaro, Pátzcuaro.

Las Comunidades de Aprendizaje es un proyecto para la transformación, igual se puede utilizar para la resolución de problemáticas sociales y de la comunidad, así como, en   centros educativos para la superación del fracaso escolar y la eliminación de conflictos, incluida la violencia escolar o bien el ya conocido Bullying.

La comunidad de aprendizaje, coadyuva a la construcción de un  aprendizaje dialógico mediante los integrantes o bien, a través de los grupos interactivos al interior del centro escolar, donde el diálogo igualitario se convierte en un esfuerzo común para lograr la igualdad educativa de todas las alumnas y alumnos; pero donde se debe tener claro que la igualdad se establece entre pares, cuando ambos, la mismidad y la otredad tienen el mismo poder, y no hay procesos de colonización o bien de patriarcalización.

Las comunidades de aprendizaje funcionan como receptores de las aportaciones de los diversos actores sociales e institucionales, así como relacionales que intervienen y que van desde el docente, las familias, las asociaciones de la colonia, o la localidad, y en general de toda aquella persona que desea participar en la transformación de un espacio público para el bien común.

Las comunidades de aprendizaje que se desarrollan desde la escuela, promueven la igualdad educativa en el marco de la sociedad que debe combatir las situaciones de desigualdad para evitar la exclusión social. El modelo pedagógico de una comunidad de aprendizaje es favorecer el cambio social y disminuir las desigualdades y generar condiciones para la justicia social y la evitar la opresión, por ello, el aprendizaje se entiende como dialógico y transformador de la escuela y el entorno.

Los valores de la cooperación y la solidaridad que se fomentan en todos los momentos de la transformación de una comunidad de aprendizaje facilitan que todas las personas tengan posibilidades de adquirir los aprendizajes requeridos para enfrentar la actual sociedad (hedonista, narcisista, en búsqueda del lujo, del éxito, del placer, del sexo, la droga, las marcas etc). “Es especialmente importante recalcar que las altas expectativas son un elemento imprescindible para que esta transformación sea una realidad. Sin altas expectativas en el alumnado, las familias y el profesorado … la transformación no es posible” (Ramón Flecha García).

Los integrantes de la comunidad de aprendizaje deben utilizar los principios pedagógicos compartiéndolos con docentes, las familias, el alumnado, así como los voluntarios, entre otros.  Uno de los principios pedagógicos es el diálogo entre los distintos actores políticos, sociales e institucionales que inciden en las comunidades de aprendizaje, y es que se considera que todas las personas que forman parte del entorno del niño o niña e influyen en el aprendizaje y, por tanto, deben planificarlo conjuntamente; el todo y las partes participando en conjunto.

La teoría de la competencia comunicativa fue desarrollada por Habermas (1987-1989); en dicha teoría demuestra que todas las personas son capaces de comunicarse y generar acciones. “Además de habilidades académicas y prácticas existen, habilidades cooperativas que coordinan acciones a través del consenso”.

El concepto de aprendizaje dialógico se basa en una concepción comunicativa de las ciencias sociales que plantea que la realidad social es construida por las interacciones entre las personas; para su ejecución es importante considerar siete principios:

a)       El diálogo igualitario, horizontal, complementario, sin imposición de un saber hegemónico y si a partir de las experiencias de todos y todas las que participan, sin autoritarismos y colonialismo patriarcales de los docentes; todos dialogan en su ecología de saberes.  

b)       La inteligencia cultural es un concepto amplio, no se reduce a lo cognitivo basado en la acción teleológica (los fines), sino que contempla la pluralidad cultural, por lo que engloba a la inteligencia académica y práctica, capacidades de lenguaje y acción de los seres humanos que hacen posible llegar a acuerdos en los diferentes ámbitos sociales.

c)       La transformación ya que el aprendizaje dialógico transforma las relaciones entre la gente y su entorno. Es un aprendizaje que se basa en la premisa de Paulo Freire, que las personas somos seres de transformación y no de adaptación. La educación y el aprendizaje deben estar enfocados hacia la transformación para romper con el discurso de la modernidad tradicional basado en teorías conservadoras sobre la imposibilidad de la transformación con  argumentos que sólo consideraban la forma como el sistema se mantiene a través de la reproducción o bien desde el punto de vista que nosotros debemos ser objeto de una concientización por parte de algún líder carismático o profesor/a inquieto/a que nos iluminará con su sabiduría que nos abre los ojos a la realidad. La modernidad dialógica defiende la posibilidad y conveniencia de las transformaciones igualitarias como resultado del diálogo, de la emancipación, la autonomía y la libertad en la toma de decisiones.

d)       La dimensión instrumental no se obvia ni se contrapone a la dialógica. El aprendizaje dialógico abarca todos los aspectos que se acuerden aprender. Así pues, incluye la parte instrumental que se ve intensificada y profundizada desde la crítica a la colonización tecnocrática del aprendizaje. Es decir considera como un instrumento del aprendizaje para la critica a las formas de sometimiento, disciplina y control de los cuerpos a través del aprendizaje.

e)       La creación de sentido. Para superar la colonización del mercado y la colonización burocrática y evitar que se imponga una lógica utilitarista que se reafirme a sí misma sin considerar las identidades e individualidades que todos y todas poseemos hay que potenciar un aprendizaje que posibilite una interacción entre las personas – dirigida por ellas mismas — para así crear sentido para cada uno de nosotros y nosotras.

f)         La solidaridad como expresión de la democratización de los diferentes contextos sociales y la lucha contra la exclusión que se deriva de la dualización social es la única base en que se puede fundamentar un aprendizaje igualitario y dialógico.

g)       La igualdad de diferencias es contraria al principio de diversidad que relega la igualdad y que ha regido algunas reformas educativas. La cultura de la diferencia que olvida la igualdad lleva a que, en una situación de desigualdad, se refuerce como diverso lo que se excluye, al adaptar sin transformar, con lo que crea, en muchas ocasiones, mayores desigualdades.

El aprendizaje dialógico supone un modelo holístico con los aspectos positivos del aprendizaje significativos para apreciarlos de manera conjunta y consensuada por todos los agentes del aprendizaje que interactúan con el alumnado.

Las transformaciones del aprendizaje dialógico esperadas serían las siguientes:

Acciones conjuntas de todos los actores sociales, políticos, institucionales, familiares, relacionales para la creación de condiciones de aprendizaje de todas las niñas y los niñosFormación e información de todos los actores que intervienen en el aprendizaje dialógico, y no solo de los docentes; Se reorganiza el ambiente de aprendizaje, se deja lo tradicional para avanzar en nuevas formas de comunicación dialógica; La enseñanza-aprendizaje es el centro de la escuela para toda la comunidad, para todos los actores y no solo para el alumnado; La enseñanza se planifica para el colectivo y se establecen finalidades claras, que se conocen, se introyectan, se comparten y se cumplen por la comunidad; Todos los actores implicados parten de altas expectativas y también las fomentan en el resto de la comunidad; El trabajo riguroso y el apoyo, así como el reconocimiento de éste genera mayor autoestima; Las comisiones de trabajo evalúan y reorientan las actividades de forma continua y sistemática; La participación del alumnado, los docentes, de la familia y la comunidad, es posible si se da voz de manera igualitaria a todos y todas las participantes; El liderazgo escolar es compartido: se generan comisiones de trabajo para coordinar todo el proceso con una gran delegación de responsabilidades, acciones deontológicas, éticas, axiológicas y; La educación entre iguales: se incide en la igualdad de derechos de todas y todos para acceder a todos los procesos formativos.

Dedico esta larga nota para mis alumnos y alumnas del doctorado de Ecoeducación, quienes aprenden sobre las comunidades de aprendizaje, así como a las Mujeres que integran la  organización Mujeres de Acero, igualmente a la maestra Rosalinda Herrera Pérez y el ecoeducador Luis Jesús.

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