Ecoeducación

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Gerardo A. Herrera Pérez.

En tiempos posmodernos, donde los valores son líquidos, es decir inestables e inmediatos se requiere para sostener este mundo de profesionales de la ecoeducación, que generen las condiciones para impulsar ecopedagogías que  coadyuven a la ecoformación y ecoética y que den viabilidad a la sostenibilidad del mundo a través de un desarrollo sostenible y una sociedad sustentable.

Esos profesionales que requiere el mundo, se encuentran formándose, otros han concluido sus estudios. Así, hoy se concluye diversos perfiles de doctorantes que se atrevieron a estudiar el doctorado en Ecoeducación en la IUP. Dichos perfiles ahora cuentan con el conocimiento de la ecoeducación y la experiencia en investigación cualitativa, la investigación acción y las comunidades de aprendizaje, desde donde se construye conocimiento con interdependencia, generosidad, ética, perseverancia, diálogo, justicia cognitiva, inclusión, siempre pensando en la diálogo, la complementariedad en el marco del holismo y lo sistémico.

Los doctorantes continuaran pensando en la importancia de centrar su visión de sostenibilidad y sustentabilidad desde la perspectiva ya no de una política pública de lo etnocéntrico, o de lo antropocéntrico, sino el diseño de una política pública sustentada  desde lo ecocéntrico, desde la ecoformación y desde el impulso a una nueva ética, que llamaremos ecoética que respete la vida como eje central de esta realidad ambiental en que vivimos. Es decir,  la ecoeducación como eje y riqueza de atender las problemáticas sociales.

En sus últimas sesiones, los doctorantes tuvieron la oportunidad de intersujetivizar sobre el tema de la Ecoformación, dicha reflexión se hizo anclado a los contenidos educativos del Texto Recensión de la obra de Torres, S. La ecoformación requiere de desmontar las ideologías etnocé  ntricas y androcéntricas que someten, controlan y disciplinan los cuerpos frente a una homogenidad y subjetividad que determinan lo normal y lo anormal.

Por ello, la ecoformación, plantea el crecimiento interior a partir de la interacción multisensorial con el medio humano (social y humano) y natural (medioambiental), de forma armónica, integradora y axiológica (los valores), bajo un enfoque de complementariedad.

La ecoformación propone ir más allá del individualismo (del yo), del cognitivismo (no solo incorporar el conocimiento, sino la experiencia, la sabiduría) y utilitarismo del conocimiento (a favor de unos cuentos, en lugar de lo social), porque ello permite fortalecer los valores sociales.

La importancia de la ecoformación parte del reconocimiento de las diferencias y avanzar y en el respeto a la naturaleza (ecología, y en ello la biodiversidad, el medio ambiente, la vida), tomando en consideración a los otros (alteridad, lo relacional, la otredad) y trascendiendo la realidad sensible (transpersonalidad, la interpretación que yo hago frente a los demás y la apropiación y conocimiento de esas interpretaciones).

La ecoformación fomenta la cooperación y entornos colaborativos frente a la competitividad (aquello que es la meritocracia, e ideologías y valores individuales), crea “escenarios” de intercambio y diálogo (lo dialógico), propicia ambientes agradables de trabajo y estrategias dinámicas, flexibles, retadoras, como los entornos virtuales que tanto atraen y motivan a los jóvenes (Tic´s, tecnologías de la información y comunicación).

Con estas últimas reflexiones, entre muchas otras que dan pie a la construcción de espacios para el debate de las ideas, es que felicitamos a Zenaida Andrade Ortiz, Salatiel Avila Serrato, Dany Barajas González, Antonio Bernal Marín, María del Pilar Estrada Corea, Gerardo Andrés Herrera Pérez, Natalia López González, Medina Medina Silvia, Luz María Pérez Reyes, María del Refugio Ramírez Fernández, Elsa Isabel Rodríguez Rodríguez  y Alejandra Rosas Moctezuma, doctorantes del Doctorado en Ecoeducación del IUP.

Los recién egresados, reconocieron el alto valor académicos de sus docentes en las personas de las doctoras Graciela Andrade, Rosario Madrigal y Marla E. Valencia, quienes hicieron de la generación un semillero intelectual  que habrá de ejecutar las transformaciones a través de sus comunidades de aprendizaje y de sus miembros que las integran.

Felicidades a todos y todas.