Hay quiénes mantienen la creencia que solo se ama una sola vez en la vida. Lo cierto, es que cada quién crea la realidad en la que cree.
Para aquellos que se encuentran todavía junto a su primer amor, es de esperarse que alberguen dicha creencia, ya que es lo único que conocen. Ahora, para los que conocieron el amor y por alguna razón u otra, la relación no siguió su curso, mantener esa creencia, puede ser el indicador de varios aspectos a considerarse:
1. El ciclo de la relación, aún no se ha cerrado. Es probable, que se alberguen expectativas, ilusiones y esperanzas. Aveces ocurre, bajo estas circunstancias, que se busca una réplica del amor perdido, es decir, repetir el patrón exacto de ese ser que en su momento nos hizo sentir tantas cosas maravillosas. El problema surge cuando la realidad nos demuestra todo lo contrario y aparece la frustración.
2. Esta creencia puede convertirse en una coraza con la que algunxs se visten para evitar sentir de nuevo el “terrible” dolor del amor perdido. En otras palabras, es la defensa contra el mal de amor, en que consciente o inconscientemente, se evita que el amor vuelva a tocar el corazón. Y esto no quiere decir, que no existan otras relaciones, pero ya estas son más razonadas y fríamente calculadas, a veces por conveniencias, económicas, sexuales o sencillamente para evitar la soledad. “Me relacionó pero no me entrego” (yo tengo el control).
3. Cada relación es percibida de acuerdo al grado de “madurez”. El amor de adolescentes: “Estoy dispuestx a todo por amor”, no es igual al amor de adultos: “¿Será que esta relación me conviene”.
Finalmente el amor no es algo que se encuentra a la vuelta de la esquina, para que eso ocurra es necesario limpiarnos de resentimientos, miedos, culpas, dolor, odios… y así lograr tener un corazón sano y disponible para cuando el amor aparezca. Es posible amar tantas veces lo permitas en tu vida. E incluso con el tiempo podemos sentir el amor con tanta intensidad, hasta llegarnos a sentir totalmente plenos. Recuerda, en amor se construye.
