El descubrimiento y la conquista.

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Por: Gerardo A. Herrera Pérez

En México, conmemoramos desde 1928 la celebración del “Día de la Raza”; pero los países de Abya yala (América) lo han denominado de diferentes maneras “Día de la Hispanidad”, “Día del Descubrimiento”, “Día de Colon”, “Día Panamericano”. Para fines del siglo XX, se conmemoraba el V Centenario del “Descubrimiento de América” en 1992, la denominación que recibió el 12 de octubre fue Encuentro de Dos Mundos, termino propuesto por Miguel León-Portilla y que influyo en países como Chile y Costa Rica que ya utilizan dicha resignificación.      

Bajo esta denominación está el primer gran genocidio y etnocidio  contra los pueblos y las culturas originarias, la colonización, y hoy neocolonización que continuamos viviendo. Esta es una fecha para recordar quienes somos y de dónde venimos, para recordar a los pueblos originarios y sus epistemologías del sur, las sociologías de las ausencias y de las emergencias a las que nos convoca en sus reflexiones Boaventura de Sousa Santos.

Por otro lado,  el historiador Edmundo Ogorman plantea en su libro “La invención de América”,  que el descubrimiento no fue tal, más bien fue la invención de América, donde se pudo desde el Eurocentrismo posicionar al ser de América como  un suceso dependiente de la forma de aparición, así la cultura occidental tiene la posibilidad de crear a un mismo ser que ella crea y dotarlo con su propio ser, a un ente que ella misma concibe como distinto y ajeno a su realidad central.

El autóctono americano, continua expresando, es como una materia sin sentido, sin historia, sin humanidad, es solo un recipiente para evangelizarlo, que no puede o debe aportar. En tanto que hoy, por ejemplo la Carta de la Tierra plantea los saberes de los pueblos originarios con respecto al respeto a la Madre Tierra y Madre Naturaleza. Pero también las dos constituciones de Bolivia y Ecuador que plantean los derechos a la Madre Naturaleza en un modelo del Buen Vivir.

Enrique Dessel, en relación con los procesos de descubrimiento, o sea de quitar el velo de lo que está cubierto, expresa en sus textos; nos habla de la falta de  intersubjetividad y las posibilidades de comprender la existencia del otro, al que no se le dejo hablar, ni expresar sus conocimientos, y que a la vuelta de quinientos años continua siendo sometido y controlado.  

Entonces qué celebramos?, la respuesta está en cada uno de quienes formamos este gran continente, Abya Yala.

Como ejemplo,  están los cambios que han realizado a la conmemoración de dicha fecha, como el caso de Venezuela, cuyo día fue renombrado como “Día de la Resistencia Indígena”.

En conclusión, al parecer muchos autores como Dussel, expresan que el descubrimiento y la conquista no fue un agravio, no lo puede ser por que el agravio es la ofensa que se hace en la fama y honra de una persona, y es que el descubrimiento y la conquista no solo fue una agravio sino fue más que eso, fue la opresión, el servilismo estructural, muerte de cuerpos y cultura, muerte de sus dioses, lo que significa no agravio, sino humillación, asesinato.