Es importante aclarar que el sexo es lo que diferencia orgánicamente al hombre de la mujer. No obstante, es un término que comúnmente empleamos para hacer referencia al acto sexual.
Justamente esto último va dirigido esta Columna, con motivo al número de consultas y casos de estudio que he manejado. He logrado notar un gran desconocimiento sostenido por una cantidad de mitos y contradicciones en esta materia.
Si nos vamos a lo cotidiano se puede ver claramente 2 tendencias, los que censuran al sexo y otros lo sobre califican.
¿Cómo es esto?
Te explico, en la primera postura están lxs altamente religiosxs, rigidxs, puritanxs… en la segunda posición se pueden observar lxs histéricxs, exhibicionistas… o lxs que simplemente “exageran” por razones comerciales o sociales.
Pasa que el sexo vende, para bien o para mal genera interés, nunca pasa desapercibido, porque es parte de nuestra naturaleza humana.
Entonces surgen patrones sociales de lo que se supone “debe ser”, desde la frecuencia sexual, el tiempo y el estímulo. Variables que no siempre corresponde con nuestra realidad.
Veamos bien, en consulta escucho expresiones: “pero yo no siento lo que todos dicen sentir”, “no veo fuegos artificiales”, “mi pene es pequeño no la voy a poder satisfacer”, “tardo muchísimo en llegar al orgasmo”, “quiero hacerlo todos los días, ¿será malo?”, “lo hago una vez a la semana”. Si bien puede haber algún tipo de problema de base, por lo general me consigo respuestas “normales” pero que producto al desconocimiento genera expectativas que traen insatisfacción y problemas en la pareja.
Quizás tú experiencia sexual no sea como el resto habla de la suya. No hay ningún tipo de problema en eso. Lo importante es lo que te hace sentir y que no perjudique a nadie.
La idea es que logres disfrutar tu sexualidad desde lo natural. Recuerda que todos somos diferentes y lo que a algunxs les gusta o otrxs no. Lo que funciona en algunos casos a otrxs no les resulta. No podemos ir en contra de nuestra esencia, lo que sí podemos es flexibilizar para lograr experimentar y poder decir desde la propia experiencia: “esto no me gusta”, “esto no me funciona” etc. Empoderate de tu sexualidad.
Hilda Mesa
Psic. Clínica, Psicoterapeuta y Sexóloga.
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