El mejor premio ambiental del mundo para indígena maya por ganarle batalla a Monsanto

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Por su lucha a favor de las abejas y en contra de las semillas transgénicas, la mexicana Leydy Pech ganó el Premio Medioambiental Goldman (Goldman Environmental Prize) 2020, un reconocimiento al que se le llama el ‘Nobel’ del medioambiente.

Su reconocimiento, se debió a que formó un grupo que detuvo la plantación de soja genéticamente modificada de la empresa Monsanto.

Leydi Pech se hizo conocida por reportajes internacionales en torno a su lucha, como los que realizó la prestigiosa BBC de Londres. Es una de las apicultoras más antiguas de la región de Hopelchén, en Campeche, y en 2016 denunció que a las abejas “las están matando las fumigaciones aéreas y el uso de agroquímicos que ya están prohibidos en otros países”.

Pech formó la Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán, con el fin de reducir el uso de plaguicidas, altamente peligrosos para las abejas; detener la deforestación que reduce el área para la apicultura y los espacios de anidación de las abejas, e impulsar estrategias encaminadas al establecer una apicultura y una agricultura sostenibles en la Península de Yucatán.

Leydy ha llevado una lucha constante contra Monsanto, el gigante estadounidense productor de agroquímicos. También la llaman “Guardiana de las Abejas” Ha dedicado su vida al cuidado de la abeja melipona beecheii en Hopelchén, en la península de Yucatán, lo que la hizo merecedora, junto a otras cinco personas, a la mención de héroes del medio ambiente por The Goldman Environmental Prize.

Luego de enterarse del reconocimiento, Leydi dijo a la BBC que durante años escuchó a las empresas y al gobierno burlarse de sus esfuerzos pero eso no la detuvo, sino que buscó más aliados para encontrar la fuerza en la unidad del pueblo maya.

El tema de la protección del medio ambiente es delicado, soy aún más vulnerable a ser mujer. Es difícil entrar en áreas donde hay roles establecidos por hombres no nativos que muchas veces intentan subestimarme. Pero creo que las mujeres pueden abrir esas brechas para otras mujeres.

También lo considero una responsabilidad. Y no deberían ser solo los que alcen la voz, debería convertirse en la voz de muchos.

Todo lo que protegemos sirve al resto del planeta. Necesitamos ayuda. La biodiversidad es vida. Las abejas son vida.

Fuente: https://impulsse.la/, https://elhorticultor.org/

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