En la mujer embarazada, ocurren una serie de cambios emocionales, psíquicos, físicos y hormonales. Además, se suma su historia de vida y la relación con la pareja.
En este sentido, la libido durante el embarazo puede presentar algunas variaciones, que pueden ir desde la disminución del deseo sexual, como efecto de alteraciones en su organismo. Ejemplo; náuseas, fatiga e incluso a ese particular sentimiento de verse poco atractivas.
La suma de dichas variables genera que muchas mujeres rechacen a su pareja, hasta el punto de no soportar su presencia, un aspecto que puede llegar a fracturar la relación o agudizar los problemas ya existentes.
No obstante, existen casos de mujeres embarazadas que presentan un notable incremento de su deseo sexual, producto también del cambio hormonal, libido que les despierta aún más su creatividad y las motiva a experimentar nuevas posiciones y lugares.
Ahora bien, la mujer no es la única que sufre cambios, existen hombres que rechazan a su pareja ante las variaciones corporales y hormonales que estas presentan, algunas veces por la creencia de llegar a lastimarle y otras porque ya no las perciben atractivas. Lo cierto, es que también existen hombres que les excita y les parece sumamente atractivas las curvas de una mujer en estado gestionario, condición que incrementa su deseo sexual.
Numerosos estudios indican que las relaciones sexuales durante el embarazo son seguras y conllevan a grandes beneficios para la mayoría de las parejas, a saber:
- Son más románticas
- Estrechan el vínculo afectivo
- Preparan los músculos vaginales para el parto
- Provocan un estado relajante, el cual disminuye la tensión que implica el embarazo
- Cerca del parto, propician las contracciones y la dilatación del cuello de la matriz
- Hacen sentir a la mujer sexualmente atractiva y acompañada
Por lo visto, la situación varía entre las parejas. Sería interesante plantearse estas preguntas exploratorias: ¿Era un embarazo deseado y planificado?, ¿Ya sufrías de problemas de autoestima?, ¿Antes del embarazo las relaciones eran satisfactorias?, ¿Tenías problemas de comunicación con tu pareja?, ¿Te habías planteado la separación? Es conveniente conseguir respuestas a dichos planteamientos, para evitar en lo posible “encubrir” los problemas previamente existentes, con la condición de embarazo. En todo caso, no se puede obviar todos los cambios inherentes en el embarazo.
Afortunadamente muchas parejas logran superar esta pequeña crisis pasajera y con el tiempo consiguen rescatar la chispa en su relación.
