Mientras que se estima que la población de personas sordas podría alcanzar las 36 mil personas, sólo hay cuatro personas certificadas y 16 en proceso, indicó una integrante de la Asociación Michoacana de Intérpretes de Lengua de Señas.
Mientras que se estima que la población de personas sordas en Michoacán podría haberse duplicado desde el último censo poblacional, que en 2010 contabilizó a 18 mil, sólo existen cuatro intérpretes de lengua de señas mexicana y 16 que están en proceso de obtener su certificación, indicó Anayeli Hernández León, quien es integrante de la Asociación Michoacana de Intérpretes de Lengua de Señas.
Esto no quiere decir que no haya personas que conozcan esta lengua, ya que de acuerdo con la intérprete, se ha puesto de moda aprender lengua de señas; sin embargo, muchos de estos cursos suelen ser impartidos por personas que únicamente aprendieron el alfabeto y conllevan aprendizajes equivocados.
La especialista recomienda acercarse a la Asociación Michoacana de Intérpretes para aprender con personas certificadas y calificadas, a la par de los maestros sordos de la Asociación de Sordos y buscar aprender no sólo el lenguaje sino toda la cultura, porque se requiere de una mayor conciencia respecto a la inclusión y la empatía que requiere esta población vulnerable.
Esto en entrevista al término del foro denominado “Inclusión de las personas sordas, una deuda histórica”, que se llevó a cabo en el Congreso del Estado en conmemoración del Día Nacional del Sordo. En dicha actividad estuvieron presentes la asociación ya mencionada y la Asociación Michoacana de Sordos.
Los temas que se abordaron fueron la situación actual de las personas sordas en el país la experiencia de la ganadora del Premio al Mérito Juvenil y la terminología adecuada para referirse a este sector poblacional. “Es persona sorda o persona con discapacidad auditiva, no sordito, no mudito, no sordomudo”, puntualizó Hernández León.
En cuanto a las acciones que deben emprenderse desde el Poder Legislativo, la diputada Yarabí Ávila González, quien fue una de las convocantes a este foro, expuso que en una primera instancia tendría que exigirse que se cumpla con lo que ya está legislado y en segundo lugar generar condiciones que permitan un acceso al sector académico, de salud, laboral y de justicia. “Son varias etapas en un proceso de la lucha por la dignidad de todos”, manifestó.
“Reflexionemos en nuestro actuar, todos estamos propensos a sufrir un accidente o enfermedad que nos provoque una discapacidad”, exhortó Ávila González y consideró que se requiere de una mayor empatía en la sociedad para que se incluya en los equipos de trabajo a personas sordas o algún otro tipo de discapacidad.
