Con 77 por ciento de aprobación, Vladimir Putin podría extenderse 17 años más en el poder. Los rusos aprobaron además medidas homofóbicas y violatorias de los derechos humanos y declararon la fe religiosa como el valor central del país.
Con ya 20 años ininterrumpidos en el poder, Vladimir Putin recibió el espaldarazo de su pueblo para completar otros 17 años si es que así lo desea, al aprobarse una gran reforma constitucional mediante plebiscito, con 77.6% de los rusos a favor.
Debido a los retos impuestos por la pandemia global de coronavirus, las votaciones se extendieron por toda una semana para evitar aglomeraciones, y con su voto no solamente los electores abrieron la puerta a Putin para perpetuarse en el poder, sino que prohibieron los matrimonios diversos; degradaron el valor jurídico en su país de los tratados internacionales, que perderán el rango constitucional, y declararon el creer en Dios como el valor central de la nación, entre varias medidas más.
Parte del amañe de estas elecciones fue atar todas las repuestas a un solo “sí” o “no”, con lo que los rusos, al reafirmar su homofobia o su fidelidad a Dios necesariamente estaban también autorizando a Putin a entronizarse en el Kremlin.
Tomando en cuenta que el presidente ruso tiene ya 67 años, es lo más probable que permanezca en el cargo hasta su muerte.
