Este impresionante árbol de gingko se encuentra ubicado en el templo budista Gu Guanyin en las montañas Zhongnan en China

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Cada año, este árbol de 1.400 años convierte sus hojas verdes en vibrantes y amarillas hojas de otoño, dejando una manta de oro en los terrenos del templo, atrayendo a turistas de las áreas circundantes cercanas. Lamentablemente, este árbol es solo uno de los pocos ginkos tan añejos que existen.


Estos árboles tienen una simbología muy especial en Japón, ya que fueron los primeros árboles que brotaron en las zonas donde habían caído las bombas atómicas después del bombardeo de Estados Unidos.


El ginkgo, como especie, ha sobrevivido a meteoritos, extinciones, volcanes y cambios climáticos globales por lo que es considerado un fósil viviente.