- Integrantes del colectivo Red Intrusas encararon al rector de la UMSH para exigir respeto a los protocolos de atención a los casos de violencia de género durante una actividad en que estaban presentes el gobernador y el presidente municipal.
Morelia, Michoacán.- Una denuncia de hostigamiento sexual que se presentó en 2016 y que apenas tuvo una resolución, desfavorable para la demandante, fue el motivo de una movilización de un grupo interuniversitario de estudiantes tanto de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) como de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia, denominado Red Intrusas.
Las jóvenes acudieron a la Inauguración de la Red Sísmica Nicolaita para presentar sus demandas al rector, Raúl Cárdenas Navarro, actividad en donde también estaba presente el gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, quien propuso a las estudiantes que interpusieran denuncias de todos los casos, mientras que Cárdenas Navarro se comprometió a que todos serían revisados y atendidos.
Además de pedir que se respeten los protocolos de atención a la violencia de género, las jóvenes exigieron que existan sanciones en estos casos, ya que la resolución que las llevó a manifestarse fue en el sentido de que el Tribunal Universitario se declaró incompetente para resolver el asunto puesto que el docente acusado presentó un permiso para ausentarse de sus labores sin goce de sueldo.
Sin embargo, esta respuesta se da tres años después de que se presentó la denuncia, momento en que de acuerdo con las jóvenes él no sólo impartía clases en la Facultad de Filosofía, sino que era parte del consejo técnico e incluso emitió su voto cuando se analizó el asunto que le concernía, cuando lo conducente hubiera sido que se excusara.
“Fue juez y parte”, denunció Yanik Castro, quien forma parte de este movimiento y también denunció actos en represalia contra su compañera y quienes la respaldaron: “ha habido por parte de otros actores, haciendo uso de su ejercicio de poder, burlas hacia nosotras, hacia la denunciante, y represalias de desprestigio a quienes la acompañamos”.
La estudiante lamentó que a pesar de seguir todas las vías legales e institucionales durante tres años y de que la Defensoría de Derechos Humanos Nicolaitas emitió una recomendación, nunca hubo justicia para su compañera.
“Estamos tratando de construir vías para acceder a justicia y no nos están dejando. Hay un protocolo de actuación y la mayoría de las personas que tendrían que operarlo no están capacitadas en la perspectiva de género y por lo tanto no hay protocolo”, alertó la joven.
“Alguien tiene que ser responsable por este acto de violencia de género. Si no es el profesor, la universidad es un ente público que tiene responsabilidades hacia la comunidad universitaria y no puede ser que no haya nadie responsable cuando ocurre hostigamiento”, manifestó Castro.
Castro indicó que las jóvenes que se consideren víctimas tanto de hostigamiento como de acoso sexual o de algún otro tipo de violencia, pueden acudir a Red Intrusas a través de su página e Facebook, en el entendido de que su manera de trabajar respeta la autonomía de la víctima y que no se tratará de influir en sus decisiones, sino que se buscará trazar un plan de acción de manera conjunta.
La respuesta institucional ante este tipo de situaciones pareciera ser dispar, ya que ante la denuncia pública de una estudiante de la Facultad Derecho por acoso sexual, se emitió un pronunciamiento por parte de rectoría, mientras que las denuncias en la Facultad de Filosofía han sido reitaradas durante años.
Para Yanik, lo primordial no es que las autoridades universitarias declaren ante medios de comunicación que habrá cero tolerancia, aunque esto representa un mensaje importante, sino que se apliquen los protocolos que existen, que exista información acerca de en qué consiste este tipo de violencia y en que los mismos universitarios se unan y alcen la voz.
