Por: Erik Avilés
En el Tercer Informe de Gobierno del Ing. Silvano Aureoles Conejo, Gobernador de Michoacán se proyectaron diversos logros en materia deportiva, en donde destacan la conformación de academias deportivas, medallas obtenidas en diversas competencias por parte de representantes michoacanos, montos en materia de inversión pública en infraestructura y apoyo a competidores, así como que Michoacán escaló posiciones en la Olimpiada Nacional.
Los datos duros, cifras y discurso mostrados contrastan con el primer lugar nacional en materia de obesidad infantil, en los porcentajes de prevalencia de enfermedades metabólicas entre adultos, en la cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan y en la escasa productividad de nuestra población económicamente activa, entre muchos otros indicadores.
En los encuentros ciudadanos no se tocó el tema a fondo, aunque en los Diálogos por Michoacán se invitó a medallistas deportivos, quienes atestiguaron lo informado, aunque no tuvieron oportunidad de interlocución directa. Definitivamente, debe ser considerado este grupo de ejercicios de rendición de cuentas como el primer paso de conformar mesas de diálogo, análisis, colaboración y consulta permanentes para todos los ciudadanos que así lo deseen. En suma, la autoridad debe modelar los cauces de participación ciudadana para que esto suceda.
Específicamente, aún resta mucho por lograr un diálogo abierto y colectivo en el sistema deportivo. El deporte aún se opera bajo un esquema obsoleto de gobernabilidad, en el mejor de los casos, donde no hay un diálogo garantizado ni una mesa permanente en la que confluyan todos los actores para ejercer sus derechos. Las autoridades de los diferentes órdenes de gobierno ejercen la discrecionalidad en total ausencia de marco jurídico, ya que deciden cuáles deportes deben ser apoyados y cuáles no sin dar explicación alguna y sin rendir cuentas de sus actos.
Un esquema de gobernanza debería de contener los mecanismos de participación ciudadana para que todos los actores intervinientes salvaguarden los recursos, procesos y objetivos que le son consustanciales a la política pública deportiva. Articular un sistema de consejos ciudadanos del deporte, en los ámbitos estatal y municipal abonaría mucho para lograr resolver los enormes retos que plantea el sector deportivo. Lograr unificar y organizar al sector para dotar de rumbo, sentido e inercia al rubro sería un legado extraordinario de la actual administración estatal.
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