Hilda Mesh

Hasta que la muerte nos separe

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O mejor dicho “hasta que el des-amor nos separe”, esto es una declaración más realista y funcional que la famosa expresión del título de esta columna. 

La mayoría desea que el amor sea eterno, pero no siempre sucede según lo esperado. Por eso, sostengo que como todo en la vida, no tiene garantías, incluyendo el amor, aún cuidando todas las variables.

Es una energía que con el tiempo evoluciona y así como se puede fortalecer, también se puede debilitar. El amor es solo para verdaderos valientes, capaces de dar y recibir. Además, para seres con la capacidad de darse cuenta cuando el des-amor toca la puerta y emprender la retirada dignamente. 

Querer separarse no siempre viene acompañado de la acción. En ese camino se puede presentar dudas, temores, culpas, resentimientos, apegos, depresión, ansiedad, negación… síntomas que algunas veces impiden tomar una decisión firme y sostenida en el tiempo. 

Pasa que nos han reforzado durante años la creencia que el amor lo puede todo y que solo es posible amar una vez en la vida. Pero la realidad nos muestra algo totalmente diferente y es donde nos damos cuenta que “el amor no es suficiente” especialmente, si llegamos a apostar “todo” por un amor que nos aleja de nuestra esencia, bienestar y desarrollo personal. 

Además, que nuestra concepción del amor, puede encontrarse tan distorsionada, que cualquier otro sentimiento puede generar confusiones. 

Toda separación necesita pasar por un proceso de duelo, es un camino que no puede saltarse, por más que tengamos la convicción que el amor se ha muerto e incluso es sano experimentarlo para encontrarnos, reflexionar, sanar y cerrar capítulos. 

¿Por qué suceden las separaciones? 

Es multicausal, cada pareja alberga una historia particular. 

¿Es un fracaso? 

¡No lo es! Una separación a tiempo es más victoriosa, que la permanencia en una relación insatisfactoria y cargada de sufrimiento. 

Si se acabo, se acabo y punto final. 

Para pasar la página realmente, haz que tu EX salga de tu vida en todos los sentidos. Si la relación se acaba, se acaba. Así que bórralx de todas tus redes sociales, elimina su numero de celular, tira sus recuerdos y deja de interesarte por lo que hace o deja de hacer. 

Cuando una relación termina y te encuentras sufriendo, saber de él/ella solo alargará tu agonía y el duelo. Es posible que te cueste llevar este punto, pero con el tiempo te darás cuenta que era lo mejor. Considera el acompañamiento terapéutico para vivir lo menos difícil esta transición. 

Hilda Mesa 

Psic. Clínica y Psicoterapeuta 

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