“Hay que cuidar las tapas porque se las vuelan”

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Morelia, Michoacán a 10 de enero de 2019.- “Hay que cuidar las tapas porque se las vuelan”, comenta una de las personas que hacen fila desde ayer en la Gasolinera que se encuentra cercana al Monumento. “Lo que se vuelan es la poca gasolina que tenemos en el carro. Se descuida uno poquito y te vacían” contesta una mujer de mediana edad que se encuentra formada, nadie sabe si tendrán mejor suerte el día de hoy o se irán con las manos vacías, esta misma situación se vive en la mayoría de las gasolineras de la capital michoacana que han mantenido largas filas de autos como personas con bidones.

“No sé surtirá combustible en contenedores de grado alimenticio” es una de las indicaciones que se lee en la gasolinera que se encuentra en Periférico Paseo de la República, de cualquier manera algunos aguardan con garrafas de agua no retornable.

Al lugar arribaron cerca del medio día dos pipas una de gasolina otra de diésel, pero no fue sino hasta la hora y media que se logró su venta ya que no salía gota alguna de las mangueras, situación que tenso el ambiente.

El primer bidón con sus 20 litros de combustible fue recibido entre ovaciones por la fila de personas, ante lo que el trabajador de la gasolinera G500 reprobó la emoción ¡Shh nada más no hagan tanto alboroto! Recibiendo abucheos y risas de los presentes.

Dieciséis días han transcurrido desde que comenzó el operativo federal contra el robo de gasolina y de que surgiera al mar de personas buscando abastecerse de combustible ya sea por paranoia o necesidad.

Algunos como el taxista O. Ramírez comentó que es la primera vez que ha tenido que hacer fila por combustible desde la escasez, los días anteriores estuvo racionando lo más que pudo. Hoy para seguir operando su transporte es que decidió acudir a la gasolinera.

La máquina de refrescos es otro motivo de desquicio en la gasolinera pues se traga las monedas de los sedientos. Los comerciantes llegan a cuenta gotas ¡Elotes, garbanzos a 15 pesos! Una fila de más de doscientas personas son clientes potenciales. “En el centro no hay nadie, aquí la espera da hambre”.

Junto a los bidones también se pueden ven perros aguardando y acompañando a sus dueños mientras la fila avanza con lentitud bajo un sol incesante. Las bicicletas, la segunda opción de desplazamiento en la ciudad lucen aparcadas y sujetas con candado.

Por: Wendy Rufino / ACG

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