El templo de Santiaguito será la nueva sede.
Morelia, Michoacán a 3 de diciembre de 2017.- A un mes de que inició a operar el primer Centro de Escucha, la arquidiócesis de Morelia inauguró un segundo centro, que operará a un costado de la parroquia de Santiaguito.
Atención integral a personas que han sido víctimas de violencia, talleres y formación a catequistas para atender a personas con algún tipo de discapacidad, son algunas de las actividades que se han emprendido en el Centro de Escucha que se ubica en Benito Juárez, N° 156, colonia Centro, en donde hasta ahora se han atendido 16 personas y se ofreció un taller de atención a víctimas a 42 personas y uno de inducción a la reconciliación para 67 personas.
Violencia intrafamiliar, secuestro, agresión sexual y violación son las principales causas que motivan a las personas a visitar este Centro de Escucha, expuso el arzobispo de Morelia, Carlos Grafías Merlos. “Lo que más abunda es la violencia intrafamiliar, las demás violencias que están ahí presentes y que se expresan mucho dentro de las informaciones que tenemos que son drásticas y muy impactantes están impactando mucho a la sociedad. Lo que más ha aparecido ahorita han sido personas que han tenido secuestro, que han sido violentadas sexualmente y también violencia física”, puntualizó el arzobispo.
Este centro de escucha, llamado San Bernabé de Jesús, se ubica en el anexo de la parroquia de Santiaguito y estará abierto de las 10:00 a las 14:00 y de las 16:00 a las 19:00 horas, poniendo a disposición de las víctimas de violencia atención psicológica, de trabajo social y asesoría jurídica, gracias al trabajo de especialistas voluntarios.
Para el próximo año, adelantó Garfias Merlos, se pretende instalar al menos cinco más, aunque dependerá de la voluntad de los sacerdotes encargados de cada parroquia.
Cada sacerdote puede impulsar la creación de un centro de manera inmediata, explicó Garfias, como sucedió con el centro que hoy se menciona, el cual partió de la iniciativa del padre José y padre Martín. El centro anterior, expuso, el área de Justicia y Paz de la arquidiócesis lo abrió para dar el ejemplo y conformar un modelo a seguir.
En Morelia se buscaría implementar esta medida en los polígonos estratégicos, “pero eso va a depender mucho del compromiso de los sacerdotes con su comunidad”, aclaró.
Cada Centro de Escucha requiere de alrededor de 800 mil pesos al año para operar, de acuerdo al arzobispo, aun considerando el trabajo de voluntarios, a los que de algún modo se buscaría redituar económicamente si esta fuera su única labor y se sostienen gracias al apoyo económico de organismos internacionales.
