Morelia, Michoacán a 11 de febrero de 2018.- Ya sea por mantener la independencia, seguir aspiraciones personales, metas profesionales o incluso por sentirse cómodos con la vida que tienen en casa de sus padres, los jóvenes michoacanos están posponiendo cada vez más el matrimonio, siguiendo con una tendencia mundial, lo que se refleja en una disminución del 44% en los últimos 17 años, de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Tal es el caso de Sergio, un profesionista soltero que a sus 36 años, dice sentirse cómodo viviendo en casa de su madre, donde puede coleccionar figuras de acción de Star Wars y mantener un estilo de vida similar al que tenía cuando era adolescente. “Yo no tengo ninguna razón para querer irme de mi casa, me gusta estar con mi familia y ayudar a mi mamá. Sí me gusta también tener novia, pero no he encontrado a alguien que comparta mis intereses y me motive a dejar la vida que tengo como para querer casarme, así que me la llevo con calma”, afirmó.
Un caso parecido es el de Ana María, de 31 años, quien vive sola y realiza estudios de doctorado: “casarme no está en mi lista de planes, con todo lo que tengo que hacer no me da ni tiempo de salir y conocer a alguien, además yo todavía me siento y me veo muy joven, creo que el matrimonio es algo que puede esperar mucho todavía, y ya no es obligatorio como antes”.
Las cifras oficiales
Esta postura está respaldada por las estadísticas del INEGI, que arrojan importantes cambios en la situación conyugal de la población michoacana ha sufrido cambios importantes desde el 2012, y en su informe del 2017 señala que los cambios tienen que ver con “los bajos niveles de nupcialidad legal, alta ruptura en las uniones, así como una creciente proporción de nacimientos extramaritales”.
De acuerdo al último informe sobre población emitido por el INEGI, el sector poblacional que se encuentra en estado de soltería de 20 a 29 años de edad en Michoacán, los hombres solteros representan el 56.1% y las mujeres son el 42.5%; mientras que en las personas alguna vez unidas (separadas, divorciadas y viudas) las mujeres tienen una proporción 3.5%, contra el 1.2% de los varones; sin embargo, pasados los 60 años, el 2.8% de los hombres y 7.9% de las mujeres permanecen solteras.
Incrementan los divorcios
En tanto, el director del Registro Civil en el Estado, Hugo Alberto Gama Coria informó que al cierre del 2017 se registró en Michoacán un decremento en la cantidad de matrimonios, mientras que los registros de nacimiento “disminuyeron de manera considerable, pero la tasa de divorcios aumento”.
Detalló que hay un incremento considerable en la cantidad de divorcios, pues el año pasado hubo 22 mil matrimonios y 14 mil divorcios por la vía administrativa y 4 mil por la vía judicial, lo que representa mil divorcios más que en 2016. “Los que se están divorciando son los matrimonios recientes, los que se casaron hace menos de un año”.
Michoacanos optan por la unión libre.
Si bien hay desinterés en el matrimonio, ello no implica que los michoacanos no tengan interés por la vida en pareja, pues las estadistas del INEGI señalan que entre el 2012 y el 2017 las personas de 15 años y más que se encuentran en unión libre se incrementan en 0.2 puntos porcentuales y hay un incremento en la cantidad de jóvenes menores de 20 que han optado por esta alternativa, puesto que el 4.2% de los hombres de esta edad viven en unión libre, mientras que entre las mujeres esta proporción se triplica y alcanzan 12.4%.
Asimismo, hay diferencias importantes entre hombres y mujeres, puesto que el grupo de 15 a 19 años tan solo el 2.2% de los hombres se han casado, pero en el caso de las mujeres es el 8.7% de las mujeres.
Si se observa a la población trabajadora de acuerdo a su estado conyugal se tiene que el porcentaje más alto se da en los hombres que viven en unión libre con 90.6% y en el caso de las mujeres es en la situación de divorciadas con 84.1%.
A decir de Lizbeth, de 27 años, “vivir en unión libre es una apuesta mucho más segura”. Ella es ama de casa y vive con José, de 33 años, con quien tiene dos hijas. “Nosotros vivimos juntos desde hace cinco años, y nuestra primera hija nació sin planificarla cuando teníamos dos años, así que nuestra vida juntos ha ido conformándose con las circunstancias, pero no por eso es menos importante ni menos comprometida, yo pienso que a estas alturas es irrelevante firmar un papel para que haya constancia de que somos una familia”, afirmó.
Sin embargo, otros jóvenes de entre 23 y 38 años consultados durante el sondeo, señalaron tener interés en casarse “algún día pero no por ahora” y enumeraron causas diversas, que van desde “no creer en el amor”; tener el deseo de divertirse más; tener otros objetivos inmediatos como viajar, vivir solos o terminar estudios; así como falta de liquidez para atender una familia, o, como en el caso de Sergio: “no quiero una esposa me critique mis monos de Star Wars, ni quiero prestárselas a mis hijos”.
