Gerardo Herrera

La educación: competencia para la vida.

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Por: Gerardo A. Herrera Pérez.

Derivado del trabajo social con la población juvenil, que se viene realizando  a través de la Comunidad de Aprendizaje de Santa María de Huiramangaro, integrada por madres de familia de estudiantes  del Plantel de Colegio de Bachilleres, destacan actividades desarrollada desde septiembre de 2018, y que se llevan a cabo para la implementación de la segunda fase “Acciones culturales” del Plan de acción aprobado por dicha Comunidad.

Derivado de la pandemia por Covid-19, y frente a las medidas sanitarias y la cuarentena,  las integrantes de la Comunidad de Aprendizaje acordaron realizar algunos ajustes en el desarrollo del Plan de Acción, en su segunda vertiente: “Acciones culturales”, por lo cual se aprobó transitar  de las acciones programadas  de fotografía, dibujo y pintura, para darles viabilidad al tiempo de ocio  a los jóvenes en el trabajo lúdico y artístico, a acciones relacionadas con cuestiones axiológicas, éticas y deontologías del perfil de los jóvenes, para involucrarse en mecanismos de participación ciudadana a favor de la comunidad y sus integrantes en sus diferentes brechas generacionales.

Bajo esta consideración las  acciones a desarrollar fueron tres: a.-  recolección de la basura sobre los lados de la carretera que rodea la población hasta el edificio del plantel del Colegio de Bachilleres, medio ambiente sano; b.- mecanismos de participación social (los jóvenes decidieron que la recolección de juguetes y distribución entre los niños y niñas de la comunidad el seis de enero, Día de los Reyes); c.- actividades deportivas de integración grupal para la formación de responsabilidad social y compromiso con las familias de la comunidad.

En este sentido, y derivado de las actividades de la segunda  etapa del Plan de acción, los jóvenes, expresaron la necesidad de solidarizarse con los niños y niñas de la comunidad, para ello, de manera organizada realizaron actividades para recolectar juguetes, acción que fue respaldada por sus docentes y la directora del Plantel.

Fue de esta manera,  que mediante un trabajo conjunto y colaborativo de alumnas y alumnos, recibiendo el apoyo del personal docente, administrativo y directivo se realizó una colecta de juguetes para niños y niñas, cuyo propósito fue  en  un acto humanitario, de solidaridad y de colaboración, dispersar el 6 de enero, por parte de los jóvenes de Huiramangaro, los juguetes entre las  y los niños en vulnerabilidad de la comunidad, actividades que fueron diseñadas e implementadas mediante un recorrido calle por calle en Huiramangaro; fue de esta manera que muchos niños y niñas lograron tener un juguete para disfrutar.

Los niños y las niñas al recibir los juguetes expresaban su agradecimiento y sus sonrisas, y con júbilo expresaban que si habían llegado sus reyes, “que si se habían portado bien”; y es que para los niños la llegada de los reyes y la entrega  de un juguete  representa para ellos una muestra de amor y solidaridad, que re expresa la  magia. Los niños y las niñas se van formando en valores y seguramente más grandes, cuando toque a ellos, ser los reyes magos, tendrán la oportunidad de compartir y recibir sonrisas y los agradecimientos y reconocimientos.

En este ejercicio de fraternidad,  por parte de los jóvenes estudiantes del plantel de Colegio de Bachilleres,  se confirma la importancia que no importa que se viva en precariedad, que no importa compartir los pocos recursos que se tienen, que el fin, que el bien común en el ejercicio solidario permite reconocer que ese encuentro de voluntades de dar y recibir los hace trabajar en un diálogo en horizontalidad.

El acto de solidaridad que se promovió da cuenta que con un detalle pequeño, pero generoso y respetuoso puede hacer feliz al otro, es decir, a niños o niñas.La importancia de estos actos es fundamental porque permite ir construyendo actos educativos que forman en competencias para la vida y en libertades para la toma de decisiones. Lo que observamos es un acto ético, de generosidad que avanza en el bien comun y en un ejercicio de solidaridad y principio de comunalidad.  

El mensaje es claro, desde la Comunidad de Aprendizaje, la primera etapa del Plan de Acción, ha permitido ir fortaleciendo en su formación social y solidaria a las y los jóvenes de la comunidad que estudian en el Colegio de Bachilleres.