Gerardo Herrera

La enseñanza de la pandemia

Columnistas Principal

Me pregunto y pregunto a las personas con quienes convivo en mi casa, y con mis amigos a través de las redes sociales y por los medios electrónicos y después de la pandemia ¿qué?; es decir, que debemos de comprender después de la pandemia, cuáles serán sus enseñanzas, que debimos de aprender para ser mejores como sociedad, mentalmente, con el medio ambiente.

Sin ser la pandemia una guerra, la estamos viviendo: prejuicios y estigmas en contra del personal de salud, desesperación, falta de equipos (que afortunadamente estan llegando) estrés, desestabilidad emocional, enfermos graves se acumulan todos los días y ya son números en los cuerpos de datos estadísticos, hasta ahí, se continúa controlando al cuerpo y claro la muerte.

Estamos porque las autoridades de salud decreten la tercera fase en la atención de la contingencia del Coronavirus; los casos de contagio suben todos los días, y las defunciones lastimosamente también, solo en quedarnos en casa y la dispersión social podrá ayudar a disminuir y achatar la curva de casos.

Espero que al finalizar la espera en casa, lo deseo, podamos muchos y muchas volver a saludarnos y darnos los abrazos y besos que quedaron pendientes; no obstante como dice Boaventura de Sousa Santos, que tanto sirvió este tiempo para pensarnos y despensarnos y digo yo repensarnos en lo que como humanidad queremos?, repensarnos en una nueva forma de vida, donde no necesitemos de himnos, ni guirnaldas, sino solo el deseo de ser mejores seres humanos, personas, ciudadanos, ciudadanos planetarios.

Pero permanecer dentro de la casa, para los que sí pudieron hacerlo todo el tiempo en familia, y para aquellos que no pudieron por su compromisos de trabajo, no obstante, para todos y todas nos dejara una enseñanza el Covid-19: lo primero, es haber aprendido a dialogar en familia, sin arrebatos de palabras, es decir en horizontalidad, en complementariedad con el otro, buscando la alteridad y siempre partiendo de la importancia de la ecología de saberes.

Deseo que también haya dejado el aprendizaje de la educación cívica, es decir a buscar la verdad, el dialogo y la exigencia: la verdad en los datos oficiales y en las páginas oficiales y no en las noticias falsas que permanentemente estuvieron apareciendo durante toda la contingencia y el conocimiento de los derechos humanos que es fundamental para la comprensión del derecho a la salud y otros derechos DESCA.

Pero igualmente el dialogo ya mencionado en párrafos anterior, que funciona también para la interlocución con autoridades, y finalmente la exigencia, es decir exigir el pleno derecho a la salud, respeto a los servidores públicos del sector salud, permanente entrega de materiales para disminuir el riesgo y mejora en sus salarios.

Demandar a las autoridades que los espacios de salud y los hospitales se encuentren bien equipados, con personal profesionalizado, instrumental médico, medicamentos, comités de Bioética, protocolos de actuación para atención a contingencias planetarias, y divulgados en general para todos y todas, así como asegurar el respeto a la dignidad humana y los derechos y libertades de la poblaciones, en especial a los grupos en condiciones de vulnerabilidad o precariedad.

Continuar por parte del Estado la protección del derecho a la vida, la salud e integridad personal, adicionalmente del derecho al trabajo, a la seguridad social, a la educación, a la alimentación, al agua y a la vivienda, entre otros DESCA.Tal vez lo más importante sea que la pandemia haya permitido la enseñanza de respectar la vida, es decir, de respetar a los seres vivos y a los elementos de la naturaleza que permiten y dan viabilidad a la vida: agua, tierra, aires y luz.

En ese respeto también deberá estar el ejercicio del dialogo y el respeto a la dignidad humana.

Considero que esta pandemia nos debe dejar como enseñanza el respeto a la vida, el respeto a la naturaleza, al medio ambiente, a la biodiversidad, al cuidado del agua, del aire, de la tierra, y la luz.