Marisela López

La ruta de la corrupción de Morena en Michoacán

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“Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral si no criminal y abominable”

Cicerón

Quizás el caso más famoso de corrupción en Michoacán es el de la presa “Francisco J. Múgica” construida por la empresa brasileña Odebrecht. A esos brasileños que tocaron las puertas de gobiernos tanto de la administración de Lázaro Cárdenas Batel como en la de Leonel Godoy, se les entregaron cientos de millones de pesos para la construcción de la presa en Tierra Caliente que hoy es sinónimo de corrupción.

El mismo grupo político que tiene un pasado marcado por la corrupción en el estado, quiere volver a gobernar pero ahora bajo el cobijo de Morena.

Obras mal hechas, improvisadas y a medias son el símbolo de la corrupción de los Gobierno de Leonel Godoy y Lázaro Cárdenas Batel.

Las irregularidades que acompañan a esa obra de Odebrecht estan marcados por el sobrecosto de casi 100 por ciento, plazos de entrega vencidos en varias ocasiones, irregularidades técnicas y… sobornos. El reporte completo lo pueden encontrar en la investigación del reportero Raúl Olmos, de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.

Hoy Cárdenas Batel, es el coordinador de asesores del Presidente; y Godoy Rangel, candidato a diputado federal por la vía plurinominal. Ambos con claros y evidentes intereses en Michoacán. A ellos la justicia les hace lo que el viento a Juárez, pues su cobijo lo encuentran en Palacio Nacional.

Nadie recueda las obras malhechas o improvisadas, salvo cuando estas traen consigo una tragedia. Tal como pasó la noche de este lunes en la línea 12 del metro en la Ciudad de México. Ahí hubo silencio, no hubo a quien culpar.

El discurso pues, de ser ellos quienes destierren la corrupción tendrán que guardalo, es ya un modelo incómodo y no es más que una falacia.

Hoy, al calor de las campañas, ya hay candidato definido en Morena, pero poco se habla de él, salvo cuando se refieren al candidato como el improvisado, pues es el plan B, y ya sabemos que las segundas opciones no siempre son lo mejor.

¿Que harán con una improvisación como esa? Así como improvisan obras, improvisan candidaturas y ya sabemos que las malas obras se convierten en tragedias.

La improviasada candidatura de Alfredo Ramírez Bedolla es un barco averiado que zarpó muy tarde, porque su capitán no tuvo los papeles en orden para navegar, y con un mar picado quien dirige ahora es apenas un improvisado miembro de la tripulación.

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