Por: Erik Avilés
Sin lugar a duda, la actuación de la selección nacional mexicana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 está dando mucho de qué hablar. Con todo y la participación de Cuba, que solía ser la aplanadora en estos certámenes, pero desplazada por México ahora se disputa la segunda posición con el país anfitrión, Colombia. Es innegable que las 256 medallas logradas hasta el momento demuestran con autoridad una nueva hegemonía en el medallero que hace pensar en resultados importantes para los atletas representantes de nuestra nación en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En el ámbito deportivo, pasar de la imaginación a la concreción de resultados no es fácil. Se requiere mucho esfuerzo, talento, disciplina y contribución de los actores intervinientes.
Todo parece indicar que, en el ámbito deportivo, la administración federal que encabezará el Lic. Andrés Manuel López Obrador a partir del próximo 1 de diciembre, recibirá una selección nacional motivada y empoderada a la cual será su responsabilidad darle el debido arropamiento y encausamiento para conseguir que en el culmen del ciclo olímpico se logren resultados históricos para México en los Juegos Olímpicos a desarrollarse en la capital de Japón.
La política pública en la materia es la mejor manera de pasar de simplemente imaginar colectivamente cosas a obtenerlas, será una enorme responsabilidad gestionar integralmente el sistema deportivo nacional para alcanzar a cubrir las altas expectativas que está desarrollando la delegación mexicana en Barranquilla, Colombia y que, a diferencia de muchos otros ámbitos, contará con una inercia positiva.
En la manera de delinear las acciones gubernamentales y de validarlas mediante una consulta popular que verdaderamente escuche y responda a todos los actores intervinientes en el sistema deportivo nacional radicará el éxito, es indispensable que exista la sensibilidad para aprovechar este buen momento y conformar un auténtico punto de inflexión en el deporte nacional, que lleva muchos años esperando una buena administración, cercana a los deportistas y a las necesidades del pueblo.
Está en el escritorio de los próximos funcionarios deportivos la posibilidad de aprovechar al máximo este momento y consolidar una generación del cambio en el deporte nacional, que reflejen en lo comunitario y en lo local que nuestro país es de resultados y no solamente de dichos e ilusiones.
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