Los jóvenes, las mujeres y los niños tienen sus propios institutos de atención, pero no las personas mayores, refirió el activista al intentar bloquear el acceso al Palacio Legislativo.
Un manifestante solitario se apersonó a temprana hora a las puertas del Palacio Legislativo, equipado con dos sillas plegables, micrófono, bocina portátil, carpetas con documentos para fundamentar los motivos de su manifestación y una lona con la que pretendía obstaculizar la entrada al Palacio Legislativo. Manuel Guillén Monzón dijo buscar que “le hicieran caso” y le dieran razón de una iniciativa que se presentó desde 2016.
Guillén Monzón se dio a conocer a nivel nacional cuando en 2012, contando con 68 años, emprendió una huelga de hambre afuera del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) para que se le aceptara su documentación como candidato independiente para la Presidencia de la República. Desde entonces, ha buscado candidaturas independientes en cuatro ocasiones más.
En esta ocasión, el activista reclamaba que desde la anterior legislatura presentó una iniciativa en conjunto con la diputada Adriana Hernández Íñiguez y el respaldo del grupo parlamentario del PRI que, entre otras cosas, propone la creación del Instituto Estatal de Atención Integral a los Adultos Mayores.
“Los pensionados y jubilados son los fifís de los viejitos. Tienen pensión, tiene casas, pero hay un 80 por ciento de ciudadanos que no tenemos nada y si vamos a los servicios de salud somos maltratados. Nos forman aunque vayamos con bordón o silla de ruedas”, argumentó Manuel Guillén.
En aquel momento, la votación en comisiones no fue favorable, ya que Andrea Villanueva y Antonio García Conejo votaron en contra, refirió Guillén mientras mostraba una copia del dictamen que en ese momento conformaron las comisiones de Derechos Humanos y Gobernación.
Ya en curso la LXXIV Legislatura, Hernández Íñiguez volvió a presentarla y logró que 34 diputados se adhirieran a su iniciativa, pero hasta ahora no se ha trabajado en comisiones. Guillén Monzón expuso que no lo han recibido las presidentas de las comisiones de Gobernación y Derechos Humanos, Cristina Portillo de Morena y Teresa Mora del PT y que sólo lo remiten con sus asesores.
“Cada semana vengo, me recibe alguno de los asesores, me da mi lavadita de cerebro y mi sobadita de espalda y no resuelven nada”, explicaba el activista a los trabajadores que reclamaban que se les impidiera el acceso y les pedía que gestionaran para que lo atendiera Beatriz Barrientos, Secretaria de Servicios Parlamentarios y pariente del delegado del Bienestar, Roberto Pantoja. Explicó que cada semana la buscaba y no la encontraba. “Quiero conocerla”, repetía.
“Algún día van a llegar a viejitos”, les increpaba cada que burlaban su débil cerco compuesto por una lona sostenida entre dos sillas, que colocó con el auxilio que solicitó a las reporteras que lo abordaron. Esto sucedió al menos cinco veces durante la entrevista.
El activista explicó que preside una asociación civil denominada Acciones para Dignificar al Adulto Mayor, para lo cual sacó de otro folder el acta constitutiva de la asociación. Dijo estar a la espera únicamente de que le digan si votaran a favor o no del dictamen, ya que falta menos de un mes para que se apruebe el presupuesto para el próximo año y el dictamen establece que se debe crear una unidad programática presupuestal para la creación y funcionamiento del instituto en cuestión.
Lamentó que a pesar de que el Congreso del Estado cuenta con 264 asesores, no se haya podido elaborar un dictamen y confió en que no se haya politizado el tema, ya que “se supone que son representantes de todos, no de partidos políticos”. Dijo haberse reunido ya con asesores de todos los partidos, excepto del PRD.
“Ya recurrí a los asesores del PT, del PAN, del PRI, del PRD no me quise acercar porque es el partido más insensible que existe en Michoacán, García Conejo se negó a firmar esta iniciativa. ¿Que quiere decir? Que no va a llegar a viejo”, declaró.
Finalmente fue atendido por Humberto González Villagómez, diputado precisamente por el PRD, quien iba llegando al Congreso en ese momento. Dijo no conocer la iniciativa pero se ofreció a volver a presentarla, ya que no pertenece a las comisiones a las que se turnó.
