Por: Psic. Hilda Mesa
- Conoce las razones psicológicas.
¿Por qué nos gustan los chicos malos? Es la pregunta que muchas mujeres se hacen, sobre todo cuando tienen problemas de pareja por haber escogido a quién no les convenía. Y es que veces, aunque se sepa que es posible que la relación vaya mal, la atracción es mayor que la razón.
Sin embargo, la predicción de que nos gustan los chicos malos se cumple más en la adolescencia. Solo tenemos que ver en los colegios, los chicos más exitosos y que más ligan suelen ser los líderes, y suelen presentar rasgos de egoísmo y narcisismo.
Pero este éxito es a corto plazo, al final, para relaciones duraderas y estables, las mujeres sin problemas psicológicos, acaban escogiendo a los buenos.
Desde un punto de vista psicológico existe una explicación para este fenómeno. La historia y la sociedad ha puesto a la mujer en un escenario donde siempre necesite de un protector que cuide y vea por ella. Esa conexión comienza a desarrollarla con su primera figura masculina que sea representativo para ellas, puede ser papá, tío, etc. Si esa primera conexión fue fallida o no fue lo suficiente, esa niña crece con una sensación de protección que nunca fue cubierta. ¿Y que hará de grande? Buscarla en sus parejas y relaciones más cercanas.
El instinto inconsciente de la mujer se enfoca en la búsqueda de protección garantizada por ello de fija en hombres fuertes, con carácter, egoístas, aventureros, con don de liderazgo, incluso un poco desagradables. Sucede que la misma sociedad ha contribuido para que la imagen de fuerza sea representada por este “chico malo” y a la final se cree todo un círculo patológico.
Los “malos” tienen todas las papeletas para hacerle ver al instinto de una fémina que es un gran protector y que se sabe defender bien ante la vida. El deseo de estar protegida se lleva por dentro, incluso sin ser conscientes.
También el deseo de “calmar a la fiera” y de cambiarle es un gran reto para la mujer.
La falta de autoestima también puede desencadenar que alguien se fije en quién no le trata bien, porque en su interior tiene grabado “esto es lo que me merezco”. Pero también puede hacerlo la emoción de lo prohibido, la atracción de lo oscuro o el hecho de conseguir que aquel que centra todas las miradas se fije en una.
Otro de los motivos, es que desde pequeñas algunas mujeres han tenido una definición de como deben relacionarse con otros bastante distorsionadas, porque crecieron en ambientes tóxicos, ambientes donde vulneran a la persona y donde no tomaron en cuenta su necesidad de protección.
Conforme se van cumpliendo años, las mujeres tienen unas demandas muy diferentes, se vuelven más exigentes y valoran mucho más el interior y los buenos sentimientos. Muchas cambian porque ya lo han pasado mal y han aprendido de los errores y otras porque se valoran más y buscan a alguien que no les traiga problemas.
Con la edad, la razón tiene más fuerza que el instinto. Como en todo, nunca se puede generalizar ya que hay mujeres de todo tipo y cada una es un mundo.
El tema importante no sólo se trata que comprendan las razones PSICOLÓGICAS que envuelven este fenómeno. El tema crucial es entender que un “chico malo” es toda aquella persona que te irrespete, que vulnere tus derechos y que ejerza maltrato psicológico o físico.
Si esta situación la has repetido a lo largo de tu vida, ya te encuentras en un patrón de búsqueda de pareja tóxica y es necesario ACUDAS A TERAPIA. Solo podemos mejorar, cuando somos capaces de ACEPTAR lo que nos sucede. Las parejas son elecciones libres, no deben ser necesidades tóxicas y dependientes.
