Por: Psic. Clínica y Psicoterapeuta, Hilda Mesa
Me han llegado full de mensajes al privado sobre el tema de la infidelidad, algunxs esperando un “consejo mágico” que revierta los estragos emocionales que han quedado en la relación.
Algunxs colegas sostienen que una infidelidad puede llegar incluso a salvar una relación. En mi experiencia profesional puedo decir “depende”, cada pareja tiene su historia y sus recursos para abordar la situación. Algunos salen con éxito de la crisis y otras relaciones se derrumban por completo.
La infidelidad se presiente, se intuye, incluso hasta se huele… por más que algunxs se resistan o intenten negarlo.
La infidelidad genera muchas interrogantes, tanto para quién la ejerce, como también para la otra parte.
Es un tema que mueve susceptibilidades y pone sobre el tapete la autenticidad del amor, sobre todo para lxs que defienden y creen firmemente en la monogamia. Fidelidad es igual a lealtad. En este sentido, las parejas monógamas establecen un acuerdo de mantener la “exclusividad” sexual y sentimental con la pareja y cuando se salta este compromiso, se cae en la infidelidad, porque no se cumple con lo prometido. Es importante aclarar, que para los practicantes del poliamor, swinger no existe la infidelidad cuando permiten la presencia de un tercero e incluso más personas en su relación, porque sencillamente dentro de sus valores y compromisos como pareja no existe la “exclusividad”, de hecho no existe engaño, porque todos los involucrados están conscientes y totalmente de acuerdo.
Lo cierto es que la infidelidad mueve las bases emocionales, es sumamente doloroso descubrir que el ser que tanto se ama, te engaña y peor aún descubrir que el amor caduco. Realmente es decepcionante y restablecer la confianza es un proceso que toma su tiempo y algunxs simplemente no están dispuestos a pasar por ello y deciden cortar la relación. Por otra parte, he notado que existen relaciones que se “sostienen” con el tiempo, con la presencia de unx tercero, algo que muy pocos entienden, pero existen y es casi un secreto a voces. La supuesta “víctima” sabe de la infidelidad y prefiere callar, por miedo o comodidad. Cada quién tiene sus motivos o su historia personal que lo hace más propensx a ser infiel o permitir dichas condiciones en su relación.
He conocido parejas que logran reponerse de la crisis que genera la infidelidad cuando encaran la verdad, asumen cada uno su cuota de responsabilidad y ejercen los cambios necesarios. También he notado que es más fácil superar una infidelidad cuando no se comprometen los sentimientos.
En líneas generales, para estos casos no hay fórmulas mágicas, no te puedo decir que hacer, porque es una decisión personal, lo que si te puedo sugerir es que busques ayuda profesional.
Psic. Clínica y Psicoterapeuta
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