“Limpia tus dedos antes de señalar a mis lunares”
Bejamin Franklin
A la mitad del camino, Andrés Manuel López Obrador, le queda a deber a los mexicanos, especialmente a quienes ejercemos en el ámbito periodístico, es mentira que el actual presidente de México respete la libertad de expresión, por el contrario, es el principal promotor al ataque en todos los ámbitos hacia los periodistas, además de fomentar la falta de profesionalización en este ámbito.
Desde la primera postulación a la máxima magistratura, López Obrador, mostró repudio por los medios de comunicación, el cuál se fue acrecentando cuando se volvió a postular como candidato a la presidencia de la república y entre sus calificativos a los sectores que más odiaba cómo es a la mafia del poder, integró a los dueños de los medios de comunicación y de refilón a quienes trabajan en ellos, sin considerar que no por trabajar en un medio eres igual a los dueños.
Por lo que al llegar a la presidencia de la República sin duda las mañaneras se han convertido en el principal escaparate para fomentar y mostrar su odio hacia ciertos periodistas, exhibiéndolos, amenazándolos, censurando y hostigándolos.
Esta apreciación no sólo es personal, si no también de la Sociedad Interamericana de Prensa quienes en el marco de su 76 asamblea general de este año, advirtieron un aumento de la mala relación del presidente con los medios de comunicación, estigmatizándolos especialmente a quienes han sido críticos con su gestión.
Incluso ha llegado a fomentar la falta de profesionalización del gremio y el principal promotor de la violación a los derechos humanos de quienes ejercen la libertad de expresión, ello dándole toda la protección y poder a San Juana Martínez directora de Notimex que ha realizado despidos masivos, promoviendo el ataque a periodistas que no simpatizan con su movimiento, incluso el Departamento de Estado de EUA, señaló a San Juana como partícipe de los ataques contra reportaros en México.
A mitad del camino, sin duda hay pocas cosas que destacar, o al menos nada que presumir.
A mitad del camino, el presidente tendrá que repensar si el hostigamiento segirá siendo utilizada como política de comunicación en su administración.
A mitad del camino, tendrá que decidir si su gabinete está siendo lo suficientemente capaz para afrontar los retos que implica gobernar el pais.
A mitad del camino, aún se puede dar un giro de estrategia, para rescatar el sector económico, para impulsar el empleo y rediseñar otra estrategia en el tema de salud que permita transitar de manera segura en esta pandemia.
A mitad del camino, es necesario que el presidente les hable a todos mexicanos, y no solo a sus seguidores. Necesitamos políticos que den soluciones reales, no que tomen decisiones pensando en el costo político.
