Las nuevas tecnologías han traído consigo la globalización y también han facilitado la cercanía por un lado y han generado distancias por otro.
Muchas relaciones a distancia se alimentan de estos medios audiovisuales, que en algunos casos, parten con expresiones de afecto, cotidianidad, así como también manifestaciones sexuales.
Es justamente en este punto, que una cámara, un computador o un smarthphone se pueden convertir en el proyector de experiencias sexuales que van desde mostrar la desnudez corporal, hasta el desarrollo de las más íntimas fantasías. Para algunos estos encuentros pueden ser algo descabellado y para otros juega un elemento bastante atractivo y excitante.
Vale destacar, que no siempre este tipo de vínculos se fundamenta en la clase de compromiso que se espera en una relación consolidada. La mayoría de las veces, es tan solo un juego erótico, que se caracteriza por desarrollarse a escondidas y justamente eso lo hace más emocionante.
Como mencionaba, esta práctica facilita algunos encuentros sexuales, bien sea en parejas consolidadas como también en vínculos con “extraños”.
A todas estas, como en toda práctica sexual es conveniente evaluar las consecuencias, desde las ganancias, como también las posibles pérdidas. Justamente en este último punto me detengo, porque si bien, existen relaciones que han disfrutado del morbo que produce exhibirse frente a una cámara, hay también innumerables historias de personas que se arrepienten con el tiempo de haber llevado esta práctica.
Entre las razones refieren, que luego de haber mermado el idilio, existen quienes se aprovechan del material audiovisual para el chantaje emocional o incluso hasta económico. No todo mundo está dispuesto a exponer su intimidad más allá de los involucrados. El problema surge no solo entre desconocidos, sino también entre parejas donde se supone que reina la confianza.
Toda esta explicación, no va dirigida a la censura de esta práctica, sino a la consideración de los posibles escenarios. La idea es de disfrutar de una sexualidad plena y sana, haciendo uso de un amplio repertorio sexual, que sin duda el SexCam puede ser muy útil en innumerables relaciones e incluso en aquellas donde parece que el fuego de la pasión se ha extinguido.
Como adultos es conveniente hacernos responsables de nuestros actos e incluso de los resultados.
Hilda Mesa
Psic. Clínica, Psicoterapeuta y Sexóloga
