Gerardo Herrera

Sexo o abstinencia en la pandemia

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Los derechos sexuales y reproductivos también son derechos humanos, no obstante la pandemia podría alterar las prácticas que se vienen realizando entre las parejas, los esposos, los concubinos, los novios, o bien aquellas relaciones sexuales que se generan de manera ocasional y que sería conveniente pensar por el momento mejor no tenerlas.

Los derechos sexuales, son facultativos, es decir, se pueden ejercer o no, lo que si es que nadie puede obligarte a realizar actos sexuales sin tu pleno consentimiento.

Considero que estos no son tiempos necesariamente de erotización.

El contexto en estos momentos de aislamiento y el ejercicio de la sexualidad como derecho humano, me hacen pensar en dos teóricos, Guilles Lipovetsky que habla acerca del hiperconsumo y la transformación del ser humano en hedonista y narcisista, así como individualista y buscador de éxito y lujo, pero además de Zygmunt Bauman que plantea que vivimos principios de vida líquida, y de amor líquido, en donde las relaciones son inmediata e inestables para la búsqueda del hedonismo y la satisfacción personal, no para la satisfacción del otro. También observo a algunos jóvenes en las calles, muchos de ellos sin la protección, caminando tomados de la mano de sus parejas, sin observar las medidas sanitarias, si eso es en la vía pública, cuál es su manejo sanitario en la intimidad.

Foto : web

Reflexionar acerca de la sexualidad ante la diversidad de expresiones y formas en que se ejerce, no es tarea fácil, por lo que solo me aproximare a una breve reflexión

Si bien es cierto que las personas toman el sexo para disfrutar, cualquiera que sea la clase social, en estos momentos de contingencia esto no creo que sea así; realizando algunas llamadas con amigos y amigas de diferentes estratos sociales, me expresaban que tenían alterado su sistema nervioso, se sentían desesperadas, y viven en depresión, por lo que no tienen deseos sexuales. Me precisaron que esta situación la viven por los problemas laborales, de salud de su familia y sus hijos o padres, pero también por la preocupación de cómo llevar el dinero a la casa y pagar las facturas de los servicios de todo tipo, además de no poder controlar a sus hijos 24/7.

Pese a ello, habrá quienes si están pensando en el ejercicio de la sexualidad.

Me pregunto, te pregunto, les pregunto,}¿consideran ustedes qué se mantienen las dinámicas de las prácticas sexuales de las parejas que conviven permanentemente en familia, o éstas, se han alterado derivado de la contingencia sanitaria?

Al parecer son pocos quienes desean abordar el tema del ejercicio sexual en la contingencia, ¿por qué será?, por lo pronto yo no soy sexólogo, pero creo se debe de hablar de este tema desde la salud sexual en el marco de la Covid-19.

Seguramente habrá más de dos o tres formas de estar practicando la relaciones sexuales durante la contingencia: una, es dentro de casa, las parejas que conviven de manera permanente, continúan con su ritmo de vida sexual, con las precauciones de rigor: lavarse las manos y preferible no besar, aunque esto violenta el protocolo de la sana distancia; la segunda forma, podría ser de manera virtual a través del celular, o bien de videollamadas (sexo virtual) cuando las parejas no se encuentran en el mismo sitio, pero que se pueden dar placer por la pantalla, o enviando mensajes eróticos; o bien, la tercera, la autosatisfacción (masturbación), incluso, se puede dar entre parejas con la higiene debida, pero nuevamente violenta la sana distancia, y otras más, con toda seguridad “la abstinencia”, si alguno de los cónyuges tuviera contagio.

Y muchas otras formas seguramente de intimidad, lo importante es cumplir con los protocolos de las medidas sanitarias, la sana distancia una de ellas. Por otro parte, la tensión en las relaciones sexuales para el uso, goce y disfrute del cuerpo podría estar siendo alteradas por el confinamiento, y desde luego también, por las relaciones de poder que se viven en familia al estar más tiempo de lo habitual dentro del hogar uno de los miembros de la pareja.

Estas formas de mantener intimidad sexual podrían ser de riesgo, al tener que exponer la cara a cara, o de cuerpo a cuerpo, situación que podría generar probabilidades de contagio, cuando las medidas de saneamiento son: sana distancia, el lavado de manos y el uso de gel antibacterial, además del cubrebocas ahora; en las relaciones de poder simplemente se dispone del cuerpo, es decir se usa el cuerpo, situación que se agrava cuando la mujer se encuentra aislada.

La Organización Mundial de la Salud, señala un riesgo del tres al diez por ciento de transmisión en el hogar, por lo que sería conveniente restringir el sexo con la pareja que vives, con ello mantienes un distanciamiento social en general dentro de la casa por si alguna persona estuviera contagiada.

Ahora bien, si tu pareja sexual tiene síntomas Covid-19, o ha estado expuesta, lo recomendable seria no tener relaciones sexuales y mantener la sana distancia, es decir sexualmente en abstinencia.

Las relaciones sexuales generan acercamientos de cara, piel y cuerpo, que entran en contradicción con las medidas sanitarias, por ello, en estos tiempos, sería conveniente la abstinencia, pasara la contingencia y el amor estará ahí, intenso y lleno de pasión y emoción para entregarse.