Tasa Cete a 28 días sube a 6.81%, ¿presagio de menor recorte de tasas aquí al esperado?

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El mercado de deuda gubernamental mexicana cambió de rumbo ante la creciente aversión al riesgo que prevalece en los mercados financieros internacionales por los temores a una desaceleración económica mundial, que ya ha impactado algunas variables en el país,  principalmente al valor del peso contra el dólar.

     Así, los efectos negativos que muchos creen que tendrá la epidemia del nuevo coronavirus, covid-19, en el desarrollo de la economía mundial y que ya se han comenzado a observar en el desplome de la mayoría de las bolsa de valores internacionales y en el descenso del valor de las monedas de países emergentes, provocó que las tasas de interés de los bonos de corto y largo plazo del gobierno mexicano subieran en lugar de bajar como ha ocurrido con otros valores financieros similares de economías desarrolladas.

Los efectos que la epidemia pueden provocar un aumento en las tasas de interés Foto: Sentido Común

     Para algunos analistas, el movimiento podría augurar un menor recorte a la tasa de referencia que muchos creen que determinará el banco central mexicano en dos semanas cuando las autoridades monetarias se reúnan para decidir el rumbo de la política monetaria del país.

     En la subasta semanal de valores gubernamentales del gobierno mexicano, a  través del Banco de México, la tasa de interés de referencia, la del Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) a 27 días, subió a 6.81%, o  0.11 punto porcentual más con respecto a la subasta anterior, su primer alza luego de cuatro descensos consecutivos. A ese nivel, el instrumento de menor plazo del gobierno federal está a solo 19 puntos base por debajo de 7%, o la tasa de referencia actual de Banco de México y que las autoridades determinaron última reunión el pasado 13 de febrero.

     Por su parte, la tasa de los Cetes a 91 (tres mes) días subieron 0.18 puntos porcentuales a 6.83%, su primer alza tras 10 caídas consecutivas, mientras que el Cete a 182 días (seis meses) ofreció hoy un rendimieto de 6.84%, o 0.33 puntos porcentuales más que en la subasta anterior cuando otorgó un rendimiento de 6.73% 

     Por lo general, la evolución de la tasas en las ventas semanales de deuda que lleva a cabo el gobierno federal a través de su agente financiero, Banco de México, refleja la perspectiva de los inversionistas sobre dónde se ubicará la polítca monetaria del banco central mexicano.

     Hasta antes de la subasta de hoy y del “lunes negro” en los mercados financieros, los analistas descontaba una baja de hasta medio punto porcentual en la tasa de interés de referencia del Instituto Central mexicana, más cuando la Reserva Federal decidió recortar su tasas en medio punto porcentual para ayudar a la economía estadounidense a enfrentar el freno económico que muchos prevén que generará la propagación del covid-19 por las medidas drásticas que algunos países han tomado, principalmente China e Italia, para contener su propagación –como son el cierre de fábricas y centros de trabajo y el aislamiento de poblaciones, ciudades, regiones.

    Incluso la tasa del Cete a 28 días bajó de 6.91 a 6.70% en la subasta del 3 de marzo, contra el nivel de 6.95% del 25 de febrero.

    Claro que ahora, tras la depreciación de 9.2% del peso contra el dólar en lo que va del año y ante un ligero repunte de las presiones inflacionarias en febrero, “los mercados gradualmente han reducido sus expectativas de recortes a las tasas de interés en México”, escribieron analistas de Intercam Banco.    

     De cualquier manera, las opiniones sobre si Banco de México bajará o no las tasas y en qué monto lo podría hacer están divididas y generan polémica.

     “Por el lado monetario, el nivel relativamente alto de la tasa de referencia del Banco de México y la inflación dentro del intervalo de variabilidad del objetivo de inflación de 3%, brindan espacio para que, con la prudencia que ha caracterizado a la Junta de Gobierno, [el banco central mexicano] disminuyan la tasa de referencia”, escribieron los analistas de Grupo Financiero Banorte, encabezados por Gabriel Casillas, en un reporte.  

     Mientras que por otro, la volatilidad de los mercados financieros locales e internacionales reduce para algunos la posibilidad de que Banco de México tenga una postura agresiva en materia de tasas, al menos este mes, por los temores a que un descenso de tasas pueda reducir el atractivo de los bonos mexicanos denominados en pesos y eso provoque la venta de esos instrumentos para comprar otros denominados en dólares, un decisión que podría golpear al peso y éste, a su vez, a la inflación.

      Un elemento que está a favor de que Banco de México pueda bajar su tasa de referencia a en su próxima reunión, progamada para el 26 de marzo, y a pesar de los resultados de la subasta de deuda gubernamental de hoy, es que en Estados Unidos los agentes financieros prevé, en su totalidad o 100%, un segundo recorte de tasas este mes por parte de la Fed el próxmo 18 de marzo.

     La expectativa es incluso de que la rebaja sea aún mayor a la que tomó el banco central estadounidense de manera inesperada la semana pasada de medio punto porcentual. El pronóstico es de que el segundo recorte será de hasta tres cuartos de punto porcentual, de acuerdo con datos del Chicago Mercantile Exchange (CME) basados en la herramienta CME FedWatch Tool.

     Tomando en cuenta la deuda de largo plazo mexicana, los inversionistas también están demandado altas tasas de interés para su adquisición, a diferencia de lo que ocurre con los bonos del Tesoro estadounidense, cuyos rendimientos han caído en días recientes a mínimos históricos por la alta demanda que están atrayendo al ser considerado como inversiones cuasi-seguras o de refugio.

     De hecho, en la subasta de deuda de hoy, la tasa de rendimiento del bono a 20 años del gobierno de México quedó en 7%, o tan solo 0.01 puntos porcentuales menos con respecto a la última subasta de este instrumento hace cuatro semanas.

     “Esta acción [el posible recorte a la tasa de referencia de Banco de México] se verá limitada si las presiones en el tipo de cambio se mantienen”, dijeron los analistas de Bursamética, una firma de análisis en línea, en un reporte y tras predecir hace algunos días que el recorte de la tasa de referencia de Banco de México sería de medio punto porcentual.

     Las crecientes dudas sobre el rumbo que tomará el banco central mexicano en materia de polític monetaria en su próxima reunión suregen en buena medida por la depreciación que ha registrado en días pasados la moneda mexicana, que llegó incluso a superar los 22 pesos por dólar el lunes, ante la incertidumbre global por el nuevo coronavirus y por el desplome de más de 30% que registaron los precios del crudo el viernes y lunes pasado luego que los principales países productores de petróleo fueron incapaces de alcanzar un acuerdo para prolongar los recortes a la extracción de crudo.

     Eso hizo que Arabia Saudita optará por dejar el acuerdo anterior que limitaba su producción para pasar a ofrecer su crudo a un precio por debajo del que lo venía vendiendo, una acción que para los especialistas desató “una guerra” de precios en los mercados petroleros internacionales. 

     Claro que el desplome que han registrado los precios del petróleo han también golpeado la cotización de la mezcla de exportación del crudo mexicano, lo que a su vez ha también golpeado a la moneda mexicana.

     Ante este panorama, los analistas de CI Banco prevén los precios de la mezcla mexicana se ubiquen en un promedio de 36 dólares por barril, al mismo tiempo que estiman que el tipo de cambio cotizarán en alrededor de 21.10 pesos por dólar.

     “En el corto plazo no se vislumbra un catalizador que pueda hacernos pensar en una recuperación rápida de la moneda mexicana a los niveles de hace tres semanas (menor a 19.0 pesos)”, escribieron los analistas de dicha institución y una predicción que hará más complicada la decisión de política monetaria que tomará Banco de México a finales de mes.