Hilda Mesh

¡Terminamos, no somos amigos pero tampoco enemigos!

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¿Entonces? 

Es la pregunta que muchxs se hacen bajo esta circunstancia. 

El vínculo que después establecemos depende en gran medida del motivo de la separación y cómo ésta fue manejada. 

No todo el que marca distancia se le puede señalar de inmadurx. Hay de casos a casos, unos diferentes de otros y lo ideal es evaluarlo por separado. 

Por eso pregunto: ¿es inmadurez necesitar un espacio para sanar?, ¿es inmadurez alejarse de una relación tóxica?

El perdón es un proceso que requiere de tiempo y sobretodo de disposición y la realidad nos muestra que no se logra de la noche a la mañana. 

También es cierto que unos logran una verdadera amistad, pero también existen los que tan solo establecen un trato cordial, como el que hacemos con unx “conocidx”, marcando cierto límite y distancia.

Hay un dicho que dice: “conocidos muchos, amigos pocos”. ¿En que posición ubicas a tu ex? Pueden existir muchos factores que aún los vinculan; hijos, negocios, familia, amigxs. Por eso resulta necesario mantener un mínimo de trato y lo sano es que se logre desde el respeto y la cordialidad. 

Ahora bien, que no sean amigos no implica ser enemigos. ¿Identificas la diferencia? “No te odio, no guardo rencor”, pero la amistad es un valor que no se le entrega a todo mundo, ocupa un lugar que solo quién nos brinda confianza le podemos conceder. 

Así que pon en una balanza los hechos con tu ex para posicionar y ubicar, meramente esto para despejarte tú.