Afortunadamente, para los afectados, sólo en el 19 por ciento de los casos, estaba presente alguno de sus habitantes.
Las víctimas de los robos, a consecuencia de la inseguridad que se vive en el estado por la falta de eficacia de las autoridades de Seguridad Pública, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2020, el robo a casas habitación representó para la población una pérdida de 23 mil 546 millones de pesos.
De ese total, el 84.5 por ciento son las pérdidas económicas que sufren las familias a consecuencia del robo, mientras otro 36 por ciento se va en medidas de seguridad adicionales como colocar nuevas cerraduras, cambiar puertas o ventanas, construir bardas o colocar rejas, y ponerse de acuerdo con los vecinos a través de contratar seguridad privada, colocar cámaras de vigilancia y alarmas.
Al mismo tiempo, el Instituto nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), reporta que en los hechos podrían ser muchas más las víctimas y delitos, ya que del total de lo estimado, sólo el 10 por ciento de los delitos se denuncian en Michoacán, teniendo como causa principal, la desconfianza en las autoridades, su trato déspota, la burocracia que hace que una denuncia tarde meses o años en resolverse, por lo que prefieren reparar las víctimas el daño, que buscar una solución legal.
En cuanto al perfil de los asaltantes de casa, en la calle o ladrones de automóviles, actúan solos y son hombres en un 80 por ciento de los casos, las mujeres son las presuntas culpables en sólo un 11 por ciento de los casos. Los robos entre dos o más personas constituyen un 35 por ciento de los casos reportados.
Los delitos que son denunciados ante las autoridades, son denominados por el INEGI como Cifras Negras, entre ellas mencionan además que del diez por ciento denunciado, sólo en el 60 por ciento de los casos las autoridades competentes iniciaron una carpeta de investigación, mientras que el 30 por ciento de las denuncias se desestiman porque no creen en el dicho de la víctima, la misma no tiene pruebas que consideren contundentes para iniciar una investigación, o bien consideran que es un delito menor y finalmente no le dan seguimiento, como el robo de un celular o una cartera en un transporte público.
La ENVIPE mide delitos que afectan de manera directa a las víctimas o a los hogares, como robo total o parcial de un auto; robo a casa habitación, asalto en la calle o transporte público, robo de carteras, celulares y otros objetos en la vía pública; allanamiento de la casa, robo de animales domésticos o ganado, fraude, extorsión, amenazas verbales, lesiones y secuestros, delitos sexuales y otros.
