Vigorexia

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Conoce todo sobre este trastorno. 

Se trata de un trastorno donde la persona presenta una obsesión por la figura y una distorsión del esquema corporal.

La vigorexia es un tipo de Trastorno Dismorfico Corporal, que al mismo tiempo se relaciona con el trastorno obsesivo compulsivo y que conlleva a que la persona se obsesione con sus imperfecciones, lo que hace que perciba una imagen distorsionada de sí misma. 

La dismorfia muscular o vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos, se ven débiles y enclenques.

Vigorexia

Por este motivo, el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria sus hábitos de vida y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar. La adicción al ejercicio se acompaña de una ingesta exagerada de proteínas y el consumo abusivo de sustancias como esteroides anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir un cuerpo musculoso. Este trastorno también se conoce como complejo de Adonis o anorexia invertida.

¿Cómo podemos identificar este trastorno, manifestaciones y causas?

El síntoma principal es que la persona elabora un programa de entrenamiento que se caracteriza por una alta intensidad y duración. Más de lo requerido. 

Otro síntoma importante, es que este programa de entrenamiento que está fuera de los alcances de la persona, está basado en el aumento del tono muscular de manera excesiva. 

La persona tiene una rigidez en relación a su alimentación, al punto que pueden unirse otras patologías como bulimia, para tener una pérdida de grasa más rápida. 

Y un elemento muy importante, es que esta obsesión termina por convertirse en el estilo de vida de la persona. Donde todo rodea en relación al aumento del músculo, afectando de manera clínicamente significativa sus áreas de desenvolvimiento como; laboral, social y familiar. 

La vigorexia puede estar ocasionada por problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del enfermo. Los factores más relacionados con este problema son las obsesiones y la insatisfacción con la imagen corporal y parece que tienen mayor influencia en función del género, siendo más frecuente la obsesión en hombres y la insatisfacción con la imagen corporal en mujeres.

Los problemas fisiológicos están asociados con trastornos en las hormonas y los mediadores de la transmisión electroquímica en el sistema nervioso central.

En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación de la persona con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y educativos, que influyen para que el individuo desarrolle un tipo de personalidad obsesiva.

Las características más frecuentes en personas que sufren este trastorno son las siguientes:

  • Mirarse constantemente en el espejo y aún así sentir que no se alcanzan las características estéticas que establece como necesarias la propia persona.
  • Pesarse varias veces al día y hacer comparaciones con otras personas que hacen fisicoculturismo.
  • Las personas con personalidad obsesiva, en especial consigo mismas, así como aquellas que sufren diversos problemas emocionales en sus relaciones personales y profesionales, son más propensas a desarrollar vigorexia.
  • También es común que la padezcan aquellas personas que han sufrido acoso escolar o bullying por su aspecto físico durante la infancia.

La enfermedad deriva en un cuadro obsesivo compulsivo que hace que el vigoréxico desarrolle pensamientos negativos sobre él mismo, abandone sus actividades cotidianas e invierta todo su tiempo en realizar ejercicio físico.

Las pautas principales para prevenir la vigorexia implican las siguientes recomendaciones:

  • A la hora de llevar a cabo un programa de ejercicios, es necesario que estén supervisados por un entrenador profesional.
  • Es aconsejable realizarse exámenes  físicos que determinen el estado de salud, además de las necesidades y capacidades del individuo para adaptar los ejercicios a realizar.
  • Los especialistas recomiendan establecer ejercicios que se adecúen al nivel físico de la persona, evitando actividades que requieran sobreesfuerzos innecesarios.
  • Es importante detener el ejercicio en el momento en el que se presente fatiga, cansancio o dolor muscular excesivos.

El hecho de desear la imagen corporal ideal no implica necesariamente que la persona padezca algún trastorno psicológico, pero sí es necesario controlar el desarrollo de sus actividades físicas, ya que es más propensa a padecer vigorexia. 

Lo más recomendable es acudir al especialista para el diagnóstico y el tratamiento psicoterapéutico que se requiere ante el trastorno. 

Hilda Mesa 

PSICOTERAPEUTA 

FB/ HildaMesh

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