35 por ciento de muertes obstétricas pudieron evitarse: Alfonso Carrera

Aunque el Código Penal del estado y la NOM 046 establecen que una mujer puede interrumpir su embarazo si éste pone en riesgo su vida, en el estado o se está garantizando este derecho, observó el médico Alfonso Carrera.

De las mujeres gestantes que mueren en el país, una de cada diez perece por haberse practicad un aborto inseguro, alertó el doctor Alfoso Carrera durante el foro: “Regulación, estigma y sentencia social: la difícil decisión de una mujer” que se llevó a cabo en el Congreso del Estado este lunes. El doctor señaló que hace falta que se cumpla a cabalidad la Norma Oficial Mexicana (NOM) 046, así como que se reformen los programas educativos en varias ramas del conocimiento y que se equipe adecuadamente a los centros de salud para que las interrupciones de embarazos sean lo más seguras posibles.

El médico expuso que el 9.6 por ciento de las muertes maternas que se dan en el país resultan de abortos inseguros, mientras que el 25 por ciento de estas mujeres murieron por causas obstétricas indirectas. Esto es, tenían una enfermedad o condición que ponía en riesgo su vida de continuar con la gestación y no se le ofreció o se les negó la interrupción de su embarazo, contrario a lo que marca esta normativa.

“El 35 por ciento de las mujeres no tuvieron acceso a un aborto seguro en México hoy. Las dejamos morir. Eso es una injusticia a todos niveles. Es un genocidio”, subrayó Carrera. “Una de cada 10 mujeres tiene un aborto inseguro, porque lo hace alguien que no sabe”, agregó.

Otro factor preocupate en esta práctica, de acuerdo con el especialista, es que en México sigue prevaleciendo el legrado uterino instrumental, práctica que es más riesgosa para la paciente. En otros países está prohibido este procedimiento y se opta por el aspirado uterino o la toma de medicamentos, especificó.

-¿Cuánto cuesta una aspiradora de esas?- fue el cuestionamiento de uno de los asistentes, quien se dijo preocupado de que “sus impuestos” fueran a pagar este equipo, así como del precio del petróleo.

–Más que un parto, señor– fue la respuesta.

Carrera indicó que aún así practicarse un aborto resulta 14 veces más seguro que parir en Estados Unidos. El médico recordó que si bien en nuestra entidad interrumpir un embarazo en cualquier momento de la gestación constituye un delito, pero hay cinco causales por las cuales se puede llevar a cabo este procedimiento; sin embargo, esto queda sujeto a criterio del médico. “Las mujeres tienen que pedirle permiso al doctor”, observó.

Carrera expuso que llevar a término el embarazo en una adolescente puede provocar la muerte de la gestante, ya que conlleva el doble de riesgo de muerte que una mujer adulta, sobretodo cuando se trata de niñas de 11 a 13 años.

Agregó que culturalmente no se concibe una violación como tal, por lo que hay casos en donde la paciente refiere que se le obliga a tener sexo pero que no ha sido violada. De tal modo que no están conscientes de que pueden solicitar a las instituciones de salud un procedimiento para interrumpir su embarazo.

A esto se suma, de acuerdo con Alfonso Carrera, que una mujer violentada que atraviesa por un embarazo no deseado puede contraer padecimientos emocionales o mentales como depresión mayor, síndrome de mujer maltratada, de Estocolmo, de estrés postraumático o trauma por la violación sufrida.

Por otro lado, acotó que en los hospitales existen comités de bioética que obstaculizan el ejercicio de este derecho, cuando esta figura no está contemplada en ninguna normativa legal, mientras que ni en las facultades de Derecho o Medicina, ni siquiera a nivel posgrado, se incluye el tema de la violencia obstétrica dentro de los planes de estudios.