43 años de marchar en silencio

Desde hace 43 años, la Procesión del Silencio de Morelia rememora el dolor de la madre de Jesús.

Es difícil imaginar que el sonido de las matracas pudiera ser tan sombrío, que un grupo de más de tres mil personas fuera tan silencioso, que el centro de la ciudad pudiera verse tan oscuro.

Una vez más, como desde hace 43 años, la ciudad de Morelia pudo ser el acompañamiento sepulcral de un cortejo fúnebre en donde se conjugan distintas épocas, donde soldados romanos marchan a la par con figuras del siglo XV que nos recuerdan a la Santa Inquisición, gente con ropajes nazarenos y personas con trajes de corte charro.

Todo en medio de oscuridad y silencio.La Procesión del Silencio se ha venido realizando en la ciudad de Morelia desde hace 43 años, Inició en la parroquia de las Capuchinas y su impacto fue cada vez mayor hasta congregar a 22 cofradías que marchan al ritmo fúnebre de los tambores y, desde este año, de las matracas, cargando con imágenes religiosas centradas en la muerte de Jesucristo y la perspectiva de la virgen María. 

Alrededor de 10 mil personas estimaba el Ayuntamiento de Morelia que se congregarían en el Centro Histórico este Viernes Santo, entre los participantes de la procesión y los visitantes que se congregaron a todo lo largo de la avenida Madero, desde las Tarascas y hasta llegar al templo de las Capuchinas. A todos ellos se les repartieron veladoras, mientras que los comercios situados en los portales también mostraban su máxima ocupación. 

Al pasar por la Catedral de Morelia, la figura de la Señora de la Soledad recibió el pésame por parte del arzobispo de Morelia, que esperaba en un tapanco provisto para tal fin, mientras sonaba la matraca de grandes proporciones ubicada en la torre izquierda de Catedral, que lucía una iluminación púrpura.

Todo bajo una luna llena de tamaño descomunal.

Más de dos horas tardaron en pasar las lentas figuras de religiosos y sombreros cónicos de distintos colores frente a la majestuosa Catedral de Morelia y sus silenciosos visitantes, que ya desde horas antes se habían apostado en las orillas de la avenida esperando que oscureciera y se oyera el repicar de los tambores, mientras escuchaban una grabación con una voz masculina que les daba la bienvenida y algunas explicaciones sobre esta tradición. 

El ambiente sombrío permanecerá  -se supone- para quienes profesan la religión católica hasta la noche del sábado, en que se celebrará la misa de resurrección, que en Catedral será alrededor de las 21:00 horas y al término de la cual se mostrará un encendido escénico con pirotecnia, mientras que el domingo se presentará la obra Jesucristo Superestrella en la Plaza Valladolid a las 20:30 horas, seguida de un espectáculo de mapping.