Luego de que el virus provocara el aislamiento de varias ciudades y afectara a poco más de 800 personas y matara a 26, China se vio forzado a construir un hospital especializado para atender a los pacientes con el nuevo virus.
Durante la víspera del Año Nuevo Lunar, el transporte estuvo suspendido en al menos 10 ciudades con una población de alrededor 33 millones de personas. Las zonas afectadas son Wuhan, donde se concentró la enfermedad y otras nueve ciudades vecinas en la provincia de Hubei.
La construcción del nuevo centro hospitalario busca ‘’abordar la insuficiencia de los recursos médicos existentes’’, explicaron las autoridades de Wuhan. Además agregaron que este nuevo recinto seguirá el modelo del hospital Xiaotangshan que se habilitó en Beijing durante un brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés).
En el epicentro del brote, Wuhan, las calles, centros comerciales y otros espacios públicos normalmente bulliciosos lucían desiertos en su segundo día de cuarentena.
El uso de mascarillas era obligatorio en público y las imágenes procedentes de la ciudad mostraban estantes vacíos en los mercados mientras la población acumulaba provisiones para lo que podría ser un largo aislamiento.
Las estaciones de tren, metro y el aeropuertos están cerrados y la policía inspecciona los vehículos que ingresaban a la ciudad pero no cerró las carreteras.
Los hospitales de la ciudad lidiaban con una avalancha de pacientes y escasez de suministros. Videos publicados en Internet mostraban a multitudes de personas frenéticas con máscaras esperando en fila para realizarse chequeos.
Algunos usuarios de la red de microblogs Weibo contaron que sus familiares intentaron conseguir un diagnóstico pero fueron rechazados porque los centros médicos estaban al máximo de su capacidad.
Por lo menos ocho hospitales en la ciudad han pedido donaciones de máscaras, gafas, batas y otros equipos de protección, según avisos online. La administración del Hospital Popular de la Universidad de Wuhan abrió un chat grupal en la popular aplicación de mensajería WeChat para coordinar las ayudas.
En la capital, Beijing, los grandes eventos públicos se cancelaron de forma indefinida, incluyendo ferias tradicionales en templos típicas de las celebraciones del Año Nuevo Lunar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no declaró una emergencia mundial, una decisión que habría puesto más fondos y recursos para luchar contra la enfermedad, pero también posibles restricciones comerciales y de viaje, así como otros daños económicos.
Nota original de nation.com
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