El Consejo Interreligioso de Michoacán llama a los ciudadanos a dignificar la política

Invita a las y los michoacanos a analizar la ideología y propuestas de los candidatos para votar por la mejor opción por el bien de la gente.

El pastor John Spyker Anderson y el arzobispo de Morelia Carlos Garfias Merlos; presidente y vicepresidente, respectivamente, del Consejo Interreligioso de Michoacán, lanzaron un llamado a la ciudadanía para que en el presente proceso electoral participen para dignificar el quehacer político, haciendo de éste un servicio del bien común, la dignidad humana y la familia.

A través de un comunicado, este Consejo invita a recabar información sobre los candidatos, su trayectoria, los resultados en los servicios que han prestado; analicemos su ideología o pensamiento político, los proyectos que presentan, su viabilidad y el equipo de colaboradores, todo lo que pueda ayudar para votar por la mejor opción.

El documento invita a dar valor al voto de cada ciudadano de manera reflexiva y a elegir a los aspirantes que puedan responder al momento histórico que estamos viviendo y a la promoción de los valores de la justicia, el amor, la paz y el gozo para la familia, los pueblos, las instituciones, en una palabra, que promuevan una verdadera fraternidad entre todos sin discriminaciones.

Como Consejo Interreligioso, sus integrantes subrayaron la urgencia de

“devolver a la política su credibilidad y capacidad para el ejercicio de los cargos de servicio al pueblo; para erradicar la creencia de que “política” es sinónimo de corrupción, impunidad, fraude, narcotráfico, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, y otras formas de abuso, injusticia y explotación, y así, hacer surgir una política donde los actores políticos electos, sean más sensibles a las necesidades y sufrimientos de nuestros pueblos y comunidades, erradicando la violencia y favoreciendo el bien común”.

El Consejo Interreligioso de Michoacán señala que el quehacer político está llamada a privilegiar la dignidad del ser humano, ya que hunde sus raíces en la caridad, que quiere decir, benevolencia, gracia, favor, pero, sobre todo, amor, y que, a su vez, también se traduce como: lo más querido, lo más sublime, lo más trascendente.

En consecuencia, la política ha de buscar la promoción del bien común y como expresión de fe, ha de posicionarse como el máximo ejercicio de amor social institucionalizado, definiendo que, la persona que aspira a un puesto de elección popular comenzará por amarse a sí misma y tener la capacidad de entregarse en el servicio por el bien de la comunidad por encima de intereses personales, de grupos o partidos; será una persona honesta, coherente, eficiente en la administración pública y con un liderazgo social efectivo.

El Consejo hace un llamado a los candidatos a dejar de lado los discursos de descalificación mutua, la manipulación y en falsas promesas; para proponer proyectos realizables en bien de la comunidad asumiendo expresamente el bien común.