Las piñatas… ¡una tradición que perdura!

A partir de este lunes y hasta el 24 de diciembre, se llevarán a cabo las tradicionales pasadas

Una de las tradiciones más arraigadas que mantiene la ciudadanía durante la temporada navideña son las piñatas de estrella, por lo que en Tú Plaza Allende, ubicada en la calle que lleva el mismo nombre en el centro histórico de Morelia, han comenzado con su producción ya que la temporada de posadas comenzó el 16 y concluirá el 24 de diciembre.

La posadas son fiestas populares de origen mexicano que se llevan a cabo durante nueves días previos a la Navidad .

Según la tradición, estas fiestas
recuerdan el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscaron un lugar para alojarse y esperar el nacimiento del niño Jesús.

Para la señora Mayra Ramírez Villegas, quien lleva más siete años en la elaboración de la piñata, pero su familia más de 15, es una tradición que aún perdura intacta entre las familias, pero además muchas empresas las utilizan como adorno.

A pesar de la falta de apoyo por parte de las autoridades la derrama económica que deja esta actividad, que conlleva imaginación y esfuerzo, cuyas veces supera el 50 por ciento, ya que durante el resto del año la venta es de a penas el 20 por ciento.

“Nosotros seguimos trabajando, aunque el material nos lo hayan subido aún más, nosotros seguimos buscando, porque nuestras familias dependen de este ingreso, la ganancia es que convivimos con nuestros hijos por aquí e les en señas a trabajar decentemente”.

Ejemplificó que el trabajo que realizan es artesanal ya que trabajan con engrudo, periódicos viejos, papel china y papeles brillantes, por lo que la ganancia es de apenas 200 o 300 pesos, una piñata de esfera grande si costó al público es de mil pesos, cuando se gastan 700 pesos en hacerla, mientras que una de tamaño mediano está en 150 pesos, la mano de obra suele ser de hasta tres días.

La piñata, es una artesanía elaborada de una olla de barro o de cartón cubierta de papel maché, adornada de papel de colores, representaban la abundancia y los favores concebidos por ellos.

Según el simbolismo católico adoptado en la Nueva España, la piñata tiene la forma de una estrella de siete picos (cada pico representa un pecado capital) que con sus vivos colores y oropeles seduce al alma inocente, para llevarla al pecado. La persona con los ojos vendados, representa al creyente que con la virtud teologal de la fe (esta virtud se suele representar así en la iconografía católica) vence al pecado recuperando el don sobrenatural de la gracia (dones de Dios necesarios para alcanzar la salvación) representados por la caída de frutas y dulces.