México sigue sin apostarle a la ciencia y la tecnología pese a su importancia en el desarrollo: Antonio Soto

• La reducción presupuestal propuesta para 2020 plantea escenarios de mayor adversidad en este rubro a los que ya se padecieron este año

México sigue sin apostarle a la ciencia y la tecnología pese a su importancia para el desarrollo, incluso continúa en su tendencia presupuestal restrictiva en esta materia, lamentó el diputado Antonio Soto Sánchez integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.

    El legislador refirió que los recursos federales para la ciencia, tecnología e innovación han disminuido en promedio anual entre 2012 y la propuesta de gasto para 2020 entre un 2.2 y 2.1 por ciento, respectivamente.

    “Es evidente que para el Gobierno Federal invertir en esta materia no es prioridad alguna, con resultados desastrosos que pudimos atestiguar en este 2019, cuando profesionistas mexicanos vieron sus proyectos de investigación en riesgo por falta de recursos”.

    Antonio Soto explicó que entre los recursos propuestos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2020 y los aprobados en el presupuesto de este año, dentro del rubro “Ciencia, Tecnología e Innovación”, muestran una contracción del 2.2 por ciento.

    “Con la propuesta queda claro que los problemas que se enfrentarán en este sector durante el próximo año serán mayúsculos, condicionando el futuro nacional en su desarrollo científico y tecnológico”.

    Agregó que para el próximo año la propuesta de gasto del Ejecutivo Federal asciende a 50 mil 585.2 millones de pesos, lo que si bien en pesos representa 728.3 millones más a lo aprobado en 2019, en términos reales resulta inferior en términos reales en dos por ciento pues no se tomó en cuenta ni siquiera la inflación.

    Además  abundó que al CONACyT se le destinarán aún menos recursos, al aplicársele para el 2020 un recorte de 701.1 millones de pesos al rubro de previsiones salariales y económicas, lo que representa un recorte brutal del 23.4 por ciento con respecto al 2019